Al Mundo que Casi no Está | Poesía a la Naturaleza
Dejé de ver
la naturaleza de tu naturaleza,
los azules devorando espumas del mar
y las partituras de las brisas…
Ahora contemplo con ojos de búho,
misteriosos, concentrados,
la esencia reservada de su etna.
Veo cómo baila la arena en el aire
y luego reposa en el suelo.
Ayer me sedujeron los tributos de tus nieblas,
las lluvias más originales de tus cielos,
nevadas que no se derretían,
brisas cálidas y frías.
Los verdes, rojos y azules,
manjares de tus figuras genuinas.
Tus arcoiris, sombras, centellas,
animales libres
y tu aire virgen.
y bellas montañas, picos y nubes espontáneas…
No vaticiné esta tormenta.
Hoy inspeccioné tu huella:
moderna por los ocios del hombre.
Ya no hay cavernas sino casas.
Hay faros donde antes había luciérnagas
y cemento donde reinaba el pasto.
Tus olores se han encerrado en muchas cápsulas.
Tus sabores en otras repisas.
Ni así, imitamos tu sello…
Vuelvo a ver que
te contaminamos de codicia,
te corrompimos de sueños inconclusos.
Una anticuada modernidad sustituye a tu alma suprema.
No hubo misericordia que te diera suficiente piedad.
Cada paisaje tuyo tropieza con nuestra enfermedad.
Querer dominarte fue suscribir un pacto con el diablo.
Soy un simple visitante de tu mundo,
para muchos, pasado de moda,
Al menos yo, comprendo tus misterios,
lo hice reconociéndome tanto como tu prisionero
como uno más de tus grandes escorias.
Extraño al mundo que casi no está acá,
con sus vírgenes cavernas, playas, senderos, montaña.
Completa en su fauna y toda su flora,
nada que ver con el mundo de ahora
que tiene más enchufes que relámpagos,
más bombillos que estrellas,
más basura que arena
más desagües que manantiales,
pero tiene menos metales que monedas
y menos selvas que carreteras.
Todo está envuelto en el ruido artificial
de la ciudad, los taladros, las fábricas, los carros
los gritos, las canteras y entre podridos humanos,
por eso se está muriendo tu esfera…
Sigo viendo como el beso de la muerte te espera,
con cada amanecer se pudre tu genoma
y al anochecer caes como caen los árboles.
Sigo viendo como el hombre te transforma en un robot
hecho con más piezas de plástico
que de agua, madera o tierra...
La ironía es que
soy parte de tu cáncer y tu martirio.
En cambio, tú eres anestesia en mis males
y la naturaleza de mis suspiros.
muchas gracias. Un Saludo para todo tu equipo..
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Amigo las fotos están espectaculares y el poema muy hermoso apegado a la realidad del mundo en que vivimos, en resumen excelente
Hermosas las imágenes y hermoso el poema! Deberíamos de dedicarle más amor a la naturaleza