Las cosas que empezamos de dejar de pensar...
No debemos ponernos al margen de las cosas más importantes es lo que nos invade al inicio de nuestra vida desde el ser más niños.
Al margen de conceptos sobre lo que queramos y de que la iluminaria de nuestros padres y mayores que nos rodea pueda o no derrumbarse más rápidamente o no, lo que sí es verdad es que nos asociamos rápidamente a los conceptos de super heroicidad o de justicia ensalzada en muchos de los personajes que vamos aprendiendo a conocer
y convivir.
Los conceptos como las utopías, los comunismo, el socialismo, la socialdemocracia, la democracia misma, la monarquía, etc. No solamente se construyen despertándose de las etapas más nobeles y juveniles de la vida y ya adentrándose en pérdida de los axiomas y la axiología más ideológica.
Allí no solo yo y muchos de los cercanos, pero pienso que es el cáncer más terrible, el virus que es peor que el COVID 19 o cualquier pandemia y miedo a morir en la vida del Dasein que estipulaba Heidegger, puesto que debemos llegar a los tiempos en que los más favorecidos en la sociedad tengan conciencia social y compartan lo que tienen con los menos beneficiados, porque de ello se trata la vida humana, de sobrevivir como una sola especie.
Recuerdo una película en que un alumno pregunta a su maestro ¿Qué es la Religión?, y el maestro coge unos panes y lleva al alumno a repartirlo entre los mendigos diciéndole que ello es religión, es decir "compartir". El ser humano para llegar a ese nivel tiene que dejar de lado su egoísmo que es lo que lo lleva a crear la propiedad privada y con ello la explotación y el aprovechamiento del más favorecidos por su físico, salud, economía, cultura, etc., porque los seres humanos no somos iguales, nacemos sin escoger el lugar, la familia, los genes, la inteligencia, etc. y somos producto del medio social que nos alberga.
Ello tienen que ser bien entendido por todos para poder compartir con el alma y no por presión; el que más tiene con el que tiene menos, no se puede exigir igualdad o solidaridad apuntando con una pistola o en medio de una guerra. Resulta lo mismo con la religión, no se puede pretender llegar ante Dios matando o explotando a su creación divina que es el propio ser humano. No se puede alcanzar la paz por medio de la guerra, ello solo crea gente resentida que pronto buscará venganza.
En cuanto al régimen adecuado para gobernar es el que pueda brindarle el mejor nivel de vida a la mayor cantidad de sus ciudadanos, de cómo se realiza ello, es cuestión del trabajo pensante de los grandes filósofos, pero que nos debe llevar a la conciencia de todos los que estamos nacidos en el mundo aquí y ahora, y hasta citando al personaje más célebre de la historia de la humanidad, dejen que sus muertos entierren a sus muertos, para hacernos ver que de los vivos es la vida y la vida en sociedad y justa es la única aceptable bajo todo principio, abusar de los demás y confinarles dolor, hambre, llanto y crueldad, no es muestra de poder alguno, es muestra simplemente de primitivismo y barbarie en su versión más epistémica a la realidad que conlleva ser bárbaro o incivilizado…