¡Hola amigos! ¡Feliz fin de semana para todos! Espero que esté pasando un tranquilo sábado dedicados a realizar sus actividades favoritas para, de esta forma, poder recuperar todas las energías para poder recibir, con mucho entusiasmo, todos los retos que nos traerá la próxima semana.

Hoy me dispuse realizar una serie de actividades que estaban dentro de “mis pendientes” y que ya no deseaba que transcurriera más tiempo sin culminarlas. Estoy muy contenta porque logré realizarlas y con resultados mejores de los que esperaba.

Nada mejor que culminar esas cosas que vamos dejando para otro momento creyendo que las cosas serán complicadas pero la realidad se encarga de enseñarnos que podemos realizarlas y que nos irá mucho mejor de lo que pensábamos.

Para acompañar estas pequeñas reflexiones, les traje un ejercicio fotográfico que realicé el día de ayer cuando buscaba una imagen de la Angelonia morada para el post que publiqué ayer.

Esta imagen fue el producto de una labor algo complicada, ya que la flor es pequeña, y la brisa, para variar, contribuyendo a dificultar mi labor que, en este caso, estaba bastante alimentada por mi curiosidad por conocer los detalles de esta pequeña pero hermosa flor.

Para el momento cuando les comentaba cómo había llegado a mi casa esta planta, desconocía varios de los nombres comunes por los cuales se le conoce, entre ellos están Angelón, Boca de la Vieja y Boca de Dragón. Me quedo con este último, que es el que, según la imagen que logré capturar, se asemeja bastante con un dragón.

Les dejo, también, esta imagen del tallo donde se encuentra actualmente este ramito de lindas flores para que conozcan a esta hermosa planta. ¡Espero sea de su agrado!

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