Feliz Navidad / Merry Christmas
Estamos en vísperas de que el Solsticio de Invierno nos devuelva otra vez la magia de esas fechas tan especiales, que cada año parecen poseernos para mantener una ilusión que está lejos de ser real, pues tanta espontánea emotividad apenas tarda en desvanecerse lo mismo que el fuego de un fósforo, una vez los Reyes Magos retornan a su misterioso hogar de Oriente.
Como todos los años, la Vida, sin duda influenciada por esos geniecillos perversos, que son el Complementario que acompañaba a Machado a todas partes y la Circunstancia, que hacía lo propio con Ortega y Gasset, se lleva a algún ignoto rincón de la ínsula soñada por Sancho Panza, a algunos conocidos, reemplazándolos por otros, cuya amistad, igual que al valor, ha de suponérseles.
Afortunadamente, hay amigos verdaderos que siguen estando ahí, acompañándote mientras ves los Solsticios pasar, tan sólida es su determinación a hacer de la palabra Amistad una cadena irrompible, que ni siquiera la vorágine de un viento tempestuoso, como el cierzo, consigue hacerles retroceder un centímetro en su noble y admirable pretensión. A éstos, el más emotivo y entrañable de los abrazos.
Y a los demás, a los que se fueron, a los que están por llegar y a los presentes, les vuelvo a recordar un viejo cuento africano, al que suelo acudir en estas fechas, con idéntica fidelidad con la que releo el viejo cuento de Navidad de Dickens y visiono, por enésima vez el inolvidable clásico de Capra, ‘Qué bello es vivir’:
Había una vez un niño, que caminando por la selva se encontró un pajarillo herido. El niño se apiadó de él y se lo llevó a su casa. Una vez allí, se lo entregó a su padre para que lo cuidara y le diera de comer. Pero el padre, quién sabe por qué ocultos motivos, mató al pajarillo. Lo que no sabía y de hecho, no pudo prever, es que matando al pajarillo, mataba también al canto.
A los que se fueron, como peregrinos que en el fondo somos, les deseo el mejor de los caminos. A los que están todavía y a aquellos que vendrán, les digo aquello mismo que cantaba una persona, que actualmente se ha convertido en un peregrino de las estrellas, Alberto Cortez:
‘Quien quiera beber conmigo, tiene una copa en mi mesa: compartirá mi alegría, pero también mi tristeza’.
Feliz Navidad
We are on the eve of the Winter Solstice returning us again the magic of those special dates, which every year seem to possess us to maintain an illusion that is far from being real, because so much spontaneous emotion hardly takes away the same as fire of a match, once the Magi return to their mysterious home of the East.
Like every year, Life, undoubtedly influenced by those perverse genie, which is the Complementary that accompanied Machado everywhere and the Circumstance, which did the same with Ortega and Gasset, is taken to some unknown corner of the dream island by Sancho Panza, some acquaintances, replacing them with others, whose friendship, as well as courage, must be assumed.
Fortunately, there are true friends who are still there, accompanying you while watching the Solstices go by, so solid is their determination to make the word Friendship an unbreakable chain, that even the whirlwind of a stormy wind, like the aquilon, manages to push them back a centimeter in his noble and admirable claim. To these, the most emotional and endearing of hugs.
And to the others, to those who left, to those who are about to arrive and to those present, I remind you again of an old African story, which I usually go to at this time, with the same fidelity with which I reread the old Christmas story of Dickens and watching, for the umpteenth time the unforgettable classic of Capra, 'How beautiful it is to live':
Once upon a time there was a child, who was walking through the jungle and found a wounded bird. The boy took pity on him and took him home. Once there, he gave it to his father to take care of him and feed him. But the father, who knows why hidden motives, killed the bird. What he did not know and in fact, he could not foresee, is that by killing the bird, he also killed the song.
To those who left, as pilgrims that deep down we are, I wish them the best of the roads. To those who are still there and to those who will come, I say the same thing that a person sang, who has now become a pilgrim of the stars, Alberto Cortez:
"Anyone who wants to drink with me has a drink on my table: he will share my joy, but also my sadness."
Merry Christmas
AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual.
NOTICE: Both the text and the accompanying photographs are my exclusive intellectual property.
I have picked your post for my daily voting initiative! Keep it up and Steem on!
Thank-you very much
Gracias por compartir tu contenido con la comunidad de El Arca (@elarca), el mismo ha sido votado por nuestra iniciativa de curación artística @stellae. Si deseas puedes delegar SP al proyecto: Delegate 25 SP Delegate 50 SP Delegate 100 SP Delegate 250SP Delegate 500SP o seguir nuestro trail de curación en Steem Auto. Recuerda usar los tags palnet y creativecoin para obtener mayores recompensas.
Muchas gracias
Esta publicación ha sido seleccionada para el reporte de Curación Diaria.
¡¡¡Felicidades!!!
Muchas gracias
zorionak amigo feliz navidad
pero por hoy feliz martes
Zorionak, Amiga, que tengas un magnífico día y que la proximidad del solsticio de invierno te reporte muchas cosas buenas y fascinantes.