El incendio del supermercado Ycuá Bolaños.

Ayer 1 de Agosto se cumplieron 14 años de la mayor tragedia moderna en Paraguay, el incendio del supermercado Ycuá Bolaños que se cobró la vida de casi 400 personas, entre ellas una gran amiga mía y el padre de otra.

Recuerdo el día del incendio muy bien, sobre todo recuerdo las imágenes de los bomberos cargando los cadáveres quemados y como la cifra de muertos subía sin parar.
Alrededor del medio día recibí la noticia que mi amiga se encontraba en el supermercado en el momento del incendio, pero nada más.

En la época yo estudiaba Turismo en la Facultad Nacional, conocí a la profesora Fátima de historia universal y enseguida nos hicimos muy amigas, muchas veces ella me pedía que no entre a clases y nos quedábamos hablando en su oficina, recuerdo muy bien la última vez que la vi, el viernes 30 de julio, Día de la Amistad en Paraguay, fui a saludarla pero estaba ocupada así que no quise molestar.
Ese fin de semana ella viajó hasta Asunción con su novio para conocer a su sobrina recién nacida.

Había ido con su novio al supermercado a buscar algo para el almuerzo cuando el incendio empezó, según su novio el le tomó de la mano y empezaron a correr como todos los demás pero en cierto momento en medio de la avalancha de personas se separaron, el logró salir pero ella no. Al día siguiente ya sabíamos que no había logrado salir pero no encontraban su cuerpo, no fue hasta el jueves que lograron identificarla por medio de la arcada dentaria.

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El incendio

El primer indicio de fuego o incendio se inició alrededor de las 9:00, momento en que empezó a prenderse fuego dentro del interior de la chimenea del restaurante, debido a la acumulación de grasa, carbonilla y humo en este y el calor acumulado, especialmente sobre el "codo" de la chimenea (que tenía la salida al exterior en forma de "S"), expandiéndose por encima del cielorraso hasta el tinglado, y el fuego empezó a correr a través del cielo raso, que no contaba con ventilación ni extractores eólicos, causando una pequeña explosión al encontrarse con los vapores emitidos por los hornos eléctricos de la panadería. Este pequeño incendio pasó desapercibido, sólo era conocimiento de algunos empleados del local.

Pero alrededor de las 11:20, unas dos horas después del primer incendio, la presión aumentó dentro del cielorraso, desplomándose junto con el fuego, que arrasó con todo. Esto ocurrió justo cuando el local se encontraba abarrotado, unas 800 personas aproximadamente.

Según las primeras hipótesis, se produjo una explosión en el sistema de gas de la cocina, que se propagó hacia la cafetería y arrasó con las dos plantas del edificio, incluyendo el estacionamiento. Esto provocó una estampida hacia las salidas durante la cual el recinto se llenó de humo y se produjo un apagón. Al llegar a las puertas, los compradores descubrieron que éstas se encontraban cerradas, por lo que no pudieron huir, quedando todos encerrados.
Según la prensa y las declaraciones vertidas durante el proceso criminal, las puertas fueron cerradas por órdenes de los superiores, con el fin de no dejar que nadie saliera sin pagar por los bienes del supermercado.

Especialistas de Paraguay, Chile, Argentina y Estados Unidos, coincidieron en que la tragedia fue un accidente, descartando así un atentado.

El incendio fue resultado de un conjunto de factores que coincidieron trágicamente, como la falta de mantenimiento y limpieza de las chimeneas, error de diseño en la construcción (chimenea en forma de "S", que facilitaba la acumulación de elementos contaminantes y a su vez un aumento de temperatura), chimeneas falsas, ausencia de extractores eólicos.

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El propietario de la firma Juan Pío Paiva, su hijo Víctor Daniel Paiva y el guardia Daniel Areco fueron procesados por los tribunales de Paraguay, en la investigación realizada por la fiscalía. Esta investigación concluyó que por orden del Juan Paiva, instrucciones refrendadas por su hijo Víctor, las puertas del local fueron cerradas provocando la tragedia. Todos ellos fueron detenidos y apresados por orden de la fiscalía, acusados de “homicidio doloso agravado”, con una pena asignada de hasta 25 años.

Estuve de acuerdo con la sentencia pero años después conocía otra persona que hoy en día es una gran amiga y escuché una versión diferente de la historia que hizo que cambiara de opinión.

Mi amiga era hija del gerente del supermercado, su padre fue encontrado sin vida en la oficina, me contó que los Paiva eran amigos de años de la familia, que ella creció viéndolos en su casa, que eran gente buena, con plata pero bastante ignorantes en muchos aspectos y que la falla fue del arquitecto que pretendió hacer una gran obra de arte con el supermercado y no tomó en cuenta los aspectos de seguridad y los Paivas ignorantes de esos aspectos aprobaron los diseños.
En un primer momento quisieron culpar a su padre por haber dado la orden de cerrar las puertas y recuerdo sus palabras "Vivi, mi papá no iba a arriesgar su vida y la de los demás por unas pocas cosas robadas si para eso tienen seguro" Según ella los guardias tomaron la decisión por cuenta propia, no por maldad sino por ignorar la gravedad de la situación y por miedo a perder sus trabajos.

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Hoy en día realmente creo que fue una gran tragedia donde las personas tomaron decisiones equivocadas debido a que no comprendían la magnitud del incendio, infelizmente siempre se necesita una tragedia así para intentar evitar otras, gracias a este incendio ahora se toman más enserio las construcciones y las medidas de seguridad necesarias para que esto se repita.