Hace poco tuvimos la oportunidad de viajar al departamento de Risaralda, más exactamente a Santa Rosa de Cabal; municipio cercano a Pereira, y está última es la capital de este bello departamento colombiano. Allí en Santa Rosa, acudimos a un evento de parejas donde aprendimos mucho sobre cómo cuidar la relación de pareja. La verdad me parece que fue muy útil cada charla que escuchamos; una de las cosas que se quedó en mi corazón es el hecho de que, "el hombre dejará a su padre y madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne". Este pasaje bíblico, que muestra que la distancia que debe haber entre los esposos y sus padres, es más que la geográfica y hace referencia sobretodo a que la pareja debe alejarse de los modelos que traen del hogar de sus padres, porque ahora ambos van a conformar un nuevo hogar, a construir una familia y no siempre los valores que traemos de nuestras casas paternas, son los pilares más indicados para fundar una nueva familia. Cada pareja debe respetar a su cónyuge, y no creer que el modelo indicado es el que le heredaron sus padres, es mejor construir con base al respeto el otro y llegar a acuerdos. El hotel en que nos hospedamos, se llama Marcelandia y es en realidad una finca hotel. Allí tomamos fotos de unas hermosas flores que adornan este paradisíaco lugar.

También aprendimos o recordamos, que la única relación que se puede romper en la familia es la de los esposos; no se oye decir: allí va mi exhijo o mi extio, o mi expadre; pero si, allí va mi exesposa o mi exesposo. Por eso es tan importante que la pareja cuide su relación para que no se malogre. Hace poco me dí cuenta de cierto esposo, al que su esposa le pidió que se fuera de la casa pues no podían comprenderse. Él era un hombre descuidado en el trato con su esposa, grosero, para nada cariñoso. Prefirió irse de su casa, pero después de algunos meses de estar solo, le envío un ramo de flores a su esposa, con una nota donde le pedía otra oportunidad. La respuesta de la mujer fue: "ya para que, no quiero nada con él, ¿porque que no lo hizo cuando estábamos juntos? cuando tantas veces le rogué que cambiará; ya no quiero nada". Las flores deben darse no solo para arreglar los problemas, ojalá se dieran para avivar el amor.

Aprendimos que en la relación de pareja, 1+1: 3... Si, esto quiere decir que el tú y el yo, forma el nosotros. Que aunque muchas veces luchamos por cambiarnos el uno al otro, el principio del amor es aceptarnos como somos y qué debemos entender que aunque nos hayamos casado, nunca el verdadero amor anula la individualidad de cada uno de los cónyuges, si bien es crucial a la de hacer pareja permitir a Dios cambiar aquellas cosas de nuestra personalidad que amenazan la relación. Viene a mi mente aquella hermosa frase que alguna vez escuché, "Dios, dame valor para ayudar a cambiar a mi compañero(a) en lo que debe cambiar; serenidad para aceptar las que no puedo cambiar en el (ella) y sabiduría para saber hacer la diferencia.

Dios, permite que nuestra relación y hogar, sean como estas hermosas flores que aunque diferentes en colorido, pero se unen para hermosear el paisaje y ser nuestro manantial de delicias, nuestro jardín de amores.