La violencia en Río se cobra la vida de 100 policías en lo que va de año + imagenes + videos + articulo extendido - Documental el lado oscuro de Rio de Janeiro - La realidad nunca antes contada.
En el 2017 organizaciones civiles han contabilizado alrededor de 3.000 muertes violentas en todo el estado de Río, más del 15 % con respecto al mismo periodo del año pasado.
La grave crisis de violencia que afronta el estado de Río de Janeiro se agravó hoy con el asesinato del policía número 100 en los casi ocho meses de este año, una trágica estadística que muestra la “guerra” contra las bandas de narcotraficantes que azota la región.
Detrás del número cien está el nombre del sargento Fábio José Cavalcante e Sá de la Policía Militarizada, quien fue tiroteado en la mañana de este sábado por un grupo de armados en una tentativa de asalto, de acuerdo con las primeras investigaciones.
El suceso ocurrió en la Baixada Fluminense, una zona deprimida integrada por varios barrios vecinos a la ciudad de Río de Janeiro y en donde se han registrado más de un cuarto de los asesinatos contra agentes de esa institución hasta sumar un total de 27.
“Murió de un tiro de fusil en la cabeza”, lamentó el comandante general de la Policía Militar regional, Wolney Dias.
La noticia se ha convertido este año en algo habitual para el estado de Río que alberga en su territorio a 16,6 millones de personas, de las cuales una amplia mayoría vive en la turística capital fluminense y su región metropolitana, donde están los principales focos de violencia y hoy patrullan las Fuerzas Armadas.
De acuerdo con un estudio reciente, la policía de Río de Janeiro, considerada la que “más mata y más muere” en el mundo, entierra a uno de sus miembros cada 57 horas, poco más de dos días.
Esta ola de violencia, desatada tras la celebración de los Juegos Olímpicos de Río 2016, ha generado una enorme conmoción social, pues, además de los cien policías muertos, varios niños y adolescentes han fallecido por las balas perdidas de los frecuentes tiroteos entre agentes y bandas de narcotraficantes que se dan en las favelas.
Desde que comenzó 2017, organizaciones civiles han contabilizado alrededor de 3.000 muertes violentas en todo el estado de Río, más del 15 % con respecto al mismo periodo del año pasado.
Ante este panorama desolador, el Gobierno del presidente Michel Temer autorizó la participación de unos 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas y de organismos de seguridad, quienes ya han llevado a cabo megaoperaciones y la perspectiva es que permanezcan hasta finales de 2018.
Por otro lado, el Gobierno de Río anunció esta semana la transferencia de los despachos a las calles de unos 3.000 policías militares y una reestructuración de las “Unidades de Policía Pacificadora” (UPP), instaladas desde 2008 para expulsar a los narcotraficantes de las favelas de la ciudad.
El deterioro en la seguridad pública, propiciado por una crisis económica asfixiante que ha provocado una menor presencia policial en las calles y el empobrecimiento general de la población, fue aprovechado por las bandas de narcotraficantes para volver a tomar el control de algunas zonas.
Según un documento confidencial de la Secretaria de Seguridad al que tuvo acceso el diario “Extra”, Río de Janeiro tiene 843 áreas controladas por bandas armadas.
En plena batalla por contener a estas facciones, las autoridades detuvieron en la víspera a Marcos José Carneiro, alias “Periquito” y considerado el principal proveedor de armas y drogas del Comando Vermelho, la mayor banda que opera en Río de Janeiro.
“En ningún lugar del país hay una guerra tan acentuada y permanente entre fracciones rivales de traficantes por el dominio del territorio. En ningún lugar del país hay tantas armas en manos de los criminales”, denunció Dias en una carta abierta publicada en la página web de la Policía Militarizada de Río.
“Un criminal portando un fusil de guerra y atacando a un policía debe ser tratado como terrorista”, añadió al tiempo que pidió un mayor control de las fronteras que evite la llegada al país de armas y drogas.
A las crisis económica y de violencia se suman los numerosos escándalos de corrupción destapados en la administración pública de Río de Janeiro y que han llevado a prisión a Anthony Garotinho y Sergio Cabral, dos de los gobernadores que ha tenido Río de Janeiro en los últimos quince años.
Rio registra 100 policías muertos en 2017, reflejo de su violencia rampante
Rio de Janeiro registró este sábado el fallecimiento de su centésimo policía en lo que va de 2017, equivalente a un agente muerto casi cada dos días y reflejo de la violencia creciente en este estado brasileño.
El agente Fábio José Cavalcante murió por heridas de bala en un municipio de la Baixada Fluminense, en la región metropolitana de Rio, que presenta altos índices de criminalidad.
En 2016 murieron 146 agentes en Rio, más de 100 estando fuera de servicio, según datos de la Policía Militar (PM), la fuerza encargada de la seguridad pública y que en Brasil depende de cada estado.
Desde 1995, la PM de Rio de Janeiro perdió más de 3.000 oficiales.
Según el Foro de Seguridad Pública, las muertes durante los periodos de descanso triplican a aquellas ocurridas mientras están trabajando.
“No somos números, somos ciudadanos y héroes”, señaló en un comunicado publicado este sábado el coronel Wolney Dias, comandante general de la PM en Rio.
La institución señaló en un informe reciente que durante el período de descanso los policías circulan solos, sin armas, chalecos o carros blindados que los protejan de represalias.
“En ningún lugar del país hay una guerra tan acentuada y permanente entre bandas y facciones rivales de traficantes y de milicias por dominio del territorio”, añadió Dias, que también reclamó a las autoridades brasileñas por fallas en el control de las fronteras para impedir el ingreso de armas y drogas.
“En ningún lugar del país (como en Rio de Janeiro) hay tantas armas en manos de los criminales”, aseguró.
Al mismo tiempo, la policía carioca es responsable por cientos de muertes cada año.
Los uniformados de este estado mataron casi 8.000 personas en la última década, 645 en 2015 y más de 900 en 2016, según cifras del Instituto de Seguridad Pública del estado.
– “Fracaso” de guerra contra las drogas –
Después de ser sede de megaeventos como la Copa del Mundo en 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, ¿por qué Rio no se convirtió en una ciudad más segura?
Para algunos especialistas se debe principalmente al fracaso del proyecto de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP), con presencia permanente en las favelas de Rio desde 2008.
Las autoridades “centraron sus esfuerzos en un proyecto que claramente tenía como destino tornar Rio de Janeiro más segura para grandes eventos y no hubo ninguna preocupación por convertir ese proyecto de policía comunitaria en algo sustentable”, dijo a la AFP la socióloga Julita Lemgruber, coordinadora del Centros de Estudios de seguridad y Ciudadanía en la Universidad Candido Mendes.
En la mayoría de las favelas donde se han implantado las UPP, “la relación con la población jamás fue amistosa”, apunta Lemgruber, también exdirectora del Departamento del Sistema Penitenciario de Rio de Janeiro.
Esto, entre otros factores, hace que los oficiales no sean respetados por la población, que los ve más como un amenaza que como un aliado.
Además, según la especialista, el fracaso de las políticas públicas de seguridad tiene como telón de fondo la apuesta por la guerra contra las drogas, “por la lógica de que es preciso usar violencia para lidiar con el tráfico”.
“Mientras no tengamos una estrategia diferente, no iremos a ninguna parte”, afirma.
– Corrupción y falta de recursos –
Además de lidiar con la violencia del narcotráfico, la policía de Rio enfrenta sus propios problemas internos, como altos niveles de corrupción entre oficiales, acusados de colaborar con traficantes, falta de armas adecuadas, vehículos y personal para hacer frente a la demanda de patrullaje.
Sin contar los atrasos salariales debido a la crisis económica que padece la administración estatal.
El aumento de la violencia hizo que el gobierno federal lanzara un plan de apoyo con miles de soldados que reforzarán la seguridad en Rio de Janeiro hasta fines de 2018.
El resultado de dicha operación deja escépticos muchos.
“Es una estrategia mediática (…) colocar tanques en la calle no resolverá el problema”, asegura Lemgruber.
FUENTES;
https://www.el-carabobeno.com/la-violencia-rio-se-cobra-la-vida-100-policias-lo-va-ano/
https://www.el-carabobeno.com/rio-registra-100-policias-muertos-2017-reflejo-violencia-rampante/
Post Muy Bueno!!
Woww...
Tienes mi upvote.. +Follow