Un toque de amor para nosotros.
Cristo nos invitó a venir y aprender.
Todavía puedo estar soñándote
Y subir a la nube con destreza.
Por el hecho de que él irá tras ella.
Y ponte una lencería nueva.
Allí - en el infinito y fabuloso paraíso.
Nos quedamos hasta la mañana en el porche,
No me hagas daño.
Llamame como quieras.