La vida es

agua de rosas

boleros, jazz y bossa...

Tuve que gritar querida

nadie me dice en este mundo que está prohibido,

la única maldad que existe es la que hay en nuestras camas,

tú eres el demonio que merece verme pecar,

a través de esos besos,

donde el fuego no es más que un peso que me desnuda al pensarte.

Me gustan los dragones,

el oro, los perdones de la vida, y

tu melocotón, tus frutas,

tu jugo, tu fluir, tu vibra,

tu corazón ardiente que me quema

cuando estás dentro de mí,

y yo rezando entre tus piernas.