• Melchor, cuando dijeron que era niña, ya era de esperar que no sería el Mesías ¿Para qué entramos acá?

• Bueno, igual pudimos darle un donativo, la mamá estaba feliz.

• Sí, pero Gaspar tiene razón, es el sexto bebé que visitamos sin hallar al Mesías. Ya la gente nos mira con sospecha por andar preguntando en qué casas hay recién nacidos.

• Tranquilo, Baltasar, ahora preguntaré yo.

• Pero antes hay que buscar dónde dar de comer a nuestros camellos.

• Justo allí hay un establo. Allí sale un hombre. Debe ser el encargado.

• Buen hombre ¿Por cuanto daríais de comer a nuestros camellos?

• No soy el mozo. Estoy hospedado acá. Mi esposa iba a dar a luz y fue el alojamiento más privado que pude encontrar.

• ¿Significa que está allí vuestro hijo recién nacido? ¿Nos permitís verlo?

• Voy a preguntar a María a ver.

• ¡Baltasar, mira, comienza a oscurecer y ya se divisa la estrella!

• ¡Se ha detenido acá! ¡Hemos encontrado al Mesías!

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