Desde muy pequeño escuchaba relatos de viajes realizados por mi papá y hermanos mayores, todas esas anécdotas me marcaron mi sub-consiente desde muy chico, quise recorrer el mundo y conocer sus rincones, pero no tuve las posibilidades de hacerlo, al pasar el tiempo me hice adulto luego no tuve opción, tuve que comenzar a trabajar y mientras estudiaba esa idea de llegaba da desvanecerse.

Con el pasar del tiempo comienzo a hacer amistades las que hoy llamo “Amistades de Montaña”, aún recuerdo esa primera ruta de senderismo, 15 kilómetros desde la comunidad “Los Mujica” hasta el encantador Bosque de Pinos en “San Pedro de los Altos” que en repetidas ocasiones he subido contenido de ello, el senderismo acompañado de una cámara fotográfica ha sido mi mejor pasatiempo, desde esa primera caminata, supe lo que pasaría después de esa fecha; caminante de montaña y fotógrafo de naturaleza es lo que me apasiona. No todas las personas tienen la posibilidad de seguir mis pasos y llegar a lo alto de una colina, subir a cuestas con una mochila de 20 kilos en la espalda solo para tomarme el tiempo de disfrutar el silencio que acompaña la cumbre de una montaña.

Talvez tenga un par de años haciendo senderismo y documentando mis recorridos, en cada camino se aprende y más de aprender se aprecia que la gente que te acompaña o llegas a conocer en esos lugares alejado de toda civilización es la gente que está dispuesta a ayudar, la gente de montaña siempre te tendera una mano.

Uno llega a aprender que un lugar en la montaña es para dejar toda carga atrás, sin lugar duda cada personalidad que uno llegue a conocer está conectado con el mismo fin “La Naturaleza es vida y paz” y poder fotografiarla y transmite esa vida y paz que se siente en ese momento que por tan solo un instante cada espectador viaje conmigo muy gratificante.

Yo no podría decir que sea bueno o malo en lo que hago, es algo muy personal que no lo hago para impresionar a satisfacer a nadie más que a mí mismo, porque sencillamente yo intento transmitir ese momento capturado en una fotografía, y ciertamente si el mensaje llegue a tu interior es algo que sin lugar a dudas disfrutaras.

Practico mi pasatiempo el día domingo de cada semana, si dependiera de mi seguramente viviría como un alma solitaria alejado de todo y muy cerca de mí; con mi cámara fotográfica un trípode y una gran mochila.

En la mayoría de los casos comparto mi pasatiempo con mis amigos caminantes, soy parte de un centro de excursionistas acá en la ciudad de Caracas y junto con ellos en la mayoría de los casos recorro senderos un poco alejados pero con muchas historias y muchas maravillas para fotografiar, mientras recorro caminos y algo me llama la atención que en la mayoría de los cosas ese algo que más nadie ve, solo se me pasa por la mente que la naturaleza es perfecta, nos da todo lo que necesitamos y sin embargo pocos somos quienes lo apreciamos.

A través de cada foto intento transmitir lo que siento, que ustedes vean lo que yo veo y la invitación a viajar parte de ustedes mismos, si me preguntaran si prefiero un domingo familiar o un viaje a la montaña para mi es fácil tomar una de las dos opciones, para contarles un poco más. Hace ya dos años que me propuse pasar esa fecha tan importante para muchos alejado de todos, si así como lo leen, ya son dos los diciembre que lo paso alejado de la civilización, y no porque sea mala persona o tenga enemigos sino porque las cosas que parecen cotidianas puede parecerme aburridas, el diciembre del 2017 tuve la suerte de ir a la montaña con un pareja amigos, nosotros 3 subiendo la montaña con total oscuridad un 30 de diciembre, con cada paso escuchábamos la ciudad más y más lejos, recuerdo que pasada las 8 de noche nos calló un torrencial, íbamos caminando por pequeños caminos y cada camino se había convertido en un pequeño rió, llegamos a el lugar que tiene por nombre “Lagunazo” muy cerca del pico occidental en el cerro Ávila o como muchos lo llaman ‘El Pulmón de Caracas’ mojados y con mucho frió, preferimos armar una sola de las carpas e intentar dormir, no era la primera vez que me quedaba en ese lugar y así como cada una de las veces salí de madrugada y vi hacia el cielo, solo podía pensar que éramos muy pequeño y los humanos hacemos tanto mal al mundo, mi vista era para aguarse los ojos hasta el hombre más rudo. Un cielo despejado y miles estrellas sobre mi cabeza, sin pensarlo busque cámara y un pequeño trípode que me habían prestado y aquí les muestro dos fotos y espero puedan viajar conmigo.

Esa noche era mi primer fin de año en la naturaleza plena y desde esa primera mirada al cielo supe que haría cada año en esa fecha, el año siguen fui a al pico más alto del Ávila, ‘Pico Naiguata’ esa vez si fui solo y aunque agotador una vez estando arriba la naturaleza te recarga de energía, y lo que siempre parece curioso es que en el sitio más recóndito encontraras a personas con tus mismos gustos y para mi sorpresa habían más de 30 personas conmigo en esta cumbre.

Hoy en día puedo decir que vivo de mi hobby, haciendo viajar a cada quien con mis fotos he logrado recompensas que hacen de Steemit mi trabajo actualmente, me ha dado el alcance de viajar a nuevos lugares que desde muy pequeño fue mi gran plan de vida, pusiera decir que es mi trabajo ideal, además que es bastante gratificante recibir comentarios de personas de cualquier parte del mundo felicitándome por lo que hago. Aunque no soy experto he sabido conocer mi pequeña camarita Nikon D40 que es mi consentida, gracias a Steemit puede comprar otra, pero sin lugar a dudas mi D40 tiene muchas historias. Soy un aficionado con fotos de experto, si me comento alguien en algún momento, ese comentario sin lugar a duda me hizo el día; considero que mi hobby pudiera ser costoso una vez que recorra todos los caminos del Ávila, aunque cada día todos los caminos cambian de una forma particular pero aun así es naturaleza del hombre querer avanzar a senderos nuevos y queramos o no eso implica ciertos gastos.

Si tuviera la oportunidad de explicarle mi hobby a un extraterrestre, creo que sería muy fácil además de divertido, sin duda alguna le dijera que me llevara en su nave a conocer las maravillas naturales más impresionantes del mundo, partiendo por mi país, volar el santo ángel y darle la vuelta a los tepuys, le tomaría una foto a su cara y haría inmortalizar esa sensación de asombro. Pienso que no tendría mucho que explicar y si toco con la suerte que el extraterrestre sea Paul, el de la película intercambiaríamos recuerdos y tengan por seguro que se muda para Venezuela y forma parte de mi grupo de senderismos…