My 2017: Welcoming this new year! - El paseo a Melgar

Saludos Steemians, a continuación me complace compartirles esta maravillosa historia que narra cómo nuestra familia recibió la llegada del año 2018.

Concurso realizado por @anomadsoul y patrocinado por @blocktrades.

El 30 de diciembre salimos de viaje para Melgar Tolima, un pueblo de Colombia, que recibe muchos turistas en época de vacaciones, debido a su clima cálido y villas confortables con piscinas. Nos invitó la tía de la novia de mi hijo. Todo parecía estar de lujo, las imagenes del sitio que el propietario subió a internet eran fabulosas. Una hermosa piscina, la vivienda con ocho habitaciones muy bien amobladas, bellos jardines y además el precio incluía el servicio de aseo y una señora para preparar los alimentos. Invité a mi madre, ya que es nuestro país, esta fecha es especialmente para compartir en familia. También llevamos nuestros dos perros.

Estabamos tan emocionados, ya me imaginaba con mi madre sentadas alrededor de la piscina. ¡Relajadas y libres de la cocina y la limpieza!

Fueron ocho horas de viaje por carretera, éramos dos familias, la de la novia de mi hijo y la mía. En Melgar nos encontraríamos con la tía y su familia que llegaban de Manizales.

Cuando llegamos, la tía nos esperaba con su familia bajo una choza de palma, había ahí una pequeña tienda. Pensamos que la villa era la que estaba a un lado. Saludamos, nos sentamos y luego ella con una sonrisa nos dijo: "No existe la villa, nos estafaron". ¡Oh, no podíamos creer esto, ella sonreía! pensamos que era una broma. Nadie le creyó. Desafortunadamente, era cierto. Los vecinos del lugar le comentaron que éramos la tercer familia que llegaba a esta dirección preguntando por la misma villa.

En el sitio de la supuesta villa solo habían algunos árboles.

Las sonrisas de oreja a oreja que teníamos al salir de casa, lentamente se fueron borrando del rostro. Mi madre de inmediato quiso regresar a casa.

La tía y su hijo se pusieron en marcha a buscar otra villa por los alrededores, pero todo estaba ocupado. Entonces llegamos al pueblo en búsqueda de viviendas con piscina. Era un día caluroso, el sol era inclemente y el tráfico muy pesado debido a la llegada de tanto turista. No encontramos nada adecuado para tres familias. Todo estaba ocupado, excepto una vieja casa con piscina pero con solo dos habitaciones y ocho camas en total. En general la vivienda no era agradable, nada confortable. Quizás esto afectó más porque nuestra mente ya había procesado una estancia en un bello lugar.

El cansancio y la decepción eran evidentes.

¡Parecía que los planes de pasar un feliz año se habían arruinado! ¡Los sueños rotos como esta hoja, que estaba justo en el lugar de la supuesta villa!

Era alquilar esta vivienda o dormir en la calle. Así que decidimos rentarla.

Mitad en camas y la otra mitad en colchonetas en el piso. Era una locura, sumando que había seis perros, dos por cada familia.

Ya estabamos ahí, así que decidimos cambiar de actitud. A mal tiempo, buena cara. Salimos a dar un paseo a un lugar llamado Ciudad Reptilia. Aquí los chicos olvidaron su decepción para sorprenderse con los animales.

Una boa constrictor

Un caimán bebé

Los colombianos tenemos algunas tradiciones para fin de año. Dentro de ellas es hacer algunos locos rituales a media noche. Actualmente esto se hace por tradición y diversión que por creencia.

Una de ellos es comer doce uvas moradas, justo a la media noche del 31. Con cada uva que come, se pide un deseo. Otro ritual es bañarse con agua de hierbas para limpiar el cuerpo y atraer buenas energías. La venta callejera de uvas y hierbas ese día es usual. Melgar no fue la excepción.

Hay otros rituales, como esparcir lentejas para la prosperidad, salir con una maleta a dar una vuelta en la calle como augurio de que el nuevo año traerá muchos viajes recreativos. Poner espigas de trigo en la mesa para que no falte el alimento, entre otros. Hay uno terrible, el de las tres papas; una pelada, otra a medio pelar y otra sin pelar. Tus finanzas serán de acuerdo a la papa que saques de una bolsa al azar.

En cuanto a la cena de media noche, es muy variada, pero es usual que las familias hagan un asado de carne mientras disfrutan de la música y de alguna bebida.

Nosotros tuvimos asado de carne de res y costilla de cerdo. Luego nos dimos el abrazo y beso de año nuevo justo a las doce en punto, mientras en la radio sonaba la canción de siempre. Todas las emisoras de mi país en ese momento ponen una canción que dice:

"Las campanas de la iglesia están sonando,
anunciando que el año viejo ya se va,
y una linda viejecita que me espera...
Faltan cinco para las doce,
el año va ha terminar,
me voy corriendo a mi casa a abrazar a mi máma..."

Fue un momento emocionante, muchos ojos llorosos en esos momentos. Luego vino la risotada, la famosa tía nos echó lentejas en medio de la ropa, a las mujeres en medio de nuestros pechos. La casa quedó tapizada de lentejas. Luego ella agarró una maleta rosada y nos incitó a dar una vuelta en la calle con ella. Yo no quise hacerlo, nunca había hecho esto y además había llovido. Así que solo fui a acompañarlas para grabar con mi teléfono, aquellos memorables momentos. Sin embargo, la tía es la tía, y me puso a cargar la maleta la mayor cantidad del trayecto. Espero que esto funcione y tenga muchos viajes este año jajaja.

Finalmente regresamos a casa, sanos y salvos. Por supuesto con una historia para contar. En nuestro país cada 25 de diciembre se estrena una película denominada "El paseo" que cuenta los múltiples inconvenientes de una familia en su paseo de fin de año. Bien, creo que nosotros protagonizamos esta aventura. Nos dimos cuenta que muchos eventos que ocurren en aquella película, puede ocurrir en realidad jajaja.

Lo importante es que estuvimos compartiendo en familia y al final hubo risas. No interesan los inconvenientes superfluos, porque cada momento es un regalo de la vida. Cada momento con la familia es un tesoro. Gracias vida, por un día más.

Fotos y video realizado con teléfono Microsoft Lumia Camera.