miprimerconcurso 7 entrada # 1 El 24 de diciembre de 2006 quedara guardada por siempre

La vida se compone de momentos importantes, unos buenos otros no tanto, pero al fin y al cabo son eso momentos los que se convierten en fechas. Las cuales son guardadas en nuestras mentes y en nuestro corazón.

Irónicamente, esas fechas cobran especial importancia cuando las vemos en retrospectiva; pues es así que nos damos cuenta lo que nos hicieron sentir.

Hay muchas fechas importantes en mi vida y podría afirmar que cada una de ellas marco un inicio o un final, un sueño hecho realidad, una meta alcanzada o simplemente un momento de plenitud y felicidad. Por otro lado también he tenido fechas que fueron todo lo contrario, un momento difícil, una crisis, una despedida o un cambio abrupto de vida; de esos que cuesta asimilar.

Pero al hablar de una fecha que nunca olvidare, elegiría el 24 de diciembre de 2006, la noche de Navidad. Sin que ello reste significación a las otras, este día tiene una importancia relevante para mí.

La Noche de Navidad es un momento familiar, para exaltar el amor y la alegría de compartir. Un día para la fe y la esperanza de la humanidad.

La ilusión es la protagonista, sobre todo en los más pequeños que con ansias desbordadas esperan la llegada del niño jesús o santa claus.

Nos sentamos todos a la mesa para compartir una cena con exquisitos platos decembrinos, la hallaca, el pan de jamón, la ensalada de gallina los deliciosos dulces todos muy exquisitos. Luego, hacemos el intercambio de regalos imitando a nuestro amigo secreto, gestos, muecas o palabras todos son validos para dar pistas y descubrir quien es. Aplausos, gritos y risas invaden toda la casa. Todos alrededor del árbol de navidad en una linda unión familiar.

Recuerdo que bien me sentía, que felicidad ver en un mismo sitio a todos los amores de mi vida. Cuanto amor me rodeaba, que afortunada era y hoy lo digo con la mayor convicción.

Me tocó mirar hacia atrás y entendí que el tiempo no se detiene y que los momentos no se repiten y es por eso que debemos disfrutarlos como si fuera la ultima vez; pues tal y como sucedió esa navidad, fue la ultima que compartí con mis padres y no lo sabía.

Esa noche buena todos los asientos estaban ocupados y así quedaran siempre para mí, porque aunque ya no hay nadie en dos de ellos, representan la esencia misma de quienes ya no están.

Hoy atesoro ese día como uno de los más felices que he vivido y lo tengo grabado en mi corazón como la navidad que nunca olvidaré.