03 de junio de 2011

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Ese día me levanté muy temprano para arreglarme, pues cumplía 20 años de edad. Llegué a mi trabajo, donde mis compañeros muy amablemente me felicitaban, quedamos en salir a almorzar para festejar mi día.
Cuando estábamos en el almuerzo charlábamos muy animados de todo un poco y salió el tema del ingreso de un muchacho nuevo a la empresa; mis compañeras comentaban de sus hermosos ojos verdes, de su piel blanca y lo amable que era, yo me quedé intrigada pues no sabía de quién hablaban. Terminamos de almorzar y regresamos a nuestra rutina laboral.
En el transcurso del día, en horas de la tarde mi computadora decidió no funcionar, inmediatamente llamé al departamento de informática y me notificaron que irían a resolver el problema.
Para mi sorpresa el informático era mi nuevo compañero de trabajo y efectivamente era cierto todo lo que comentaron, era muy agraciado; desde ese día comenzó una bonita amistad y posteriormente se fue construyendo una relación, que se transformó en un lindo matrimonio.
Agradezco a la vida ese día, pues conocí a la persona que hoy es el amor de mi vida, lo mejor es que todavía después de tanto tiempo seguimos siendo amigos, novios y confidentes.