Mi primer concurso #8 - Entrada # 1 ( El caribe brasileño)

Diciembre, terminando el año,corriendo detrás de lo atrasado, traspirando los primeros calores del verano. Las vacaciones se avecinan todo es motivo de alegría, ansiedad incluso el clima. Así vivía la previa vacacional con mi familia, marido, hijo y nieto.

Quien conoce Brasil sabe que pasar el año nuevo en sus playas es hermoso, se festeja distinto (Reveillon,noche vieja). Programamos pasarlo en Florianópolis. Completando el período vacacional en Córdoba donde vive mi hijo mayor.

Viviendo en este ritmo, una tarde salta un mensaje en el faceboock,es de una sobrina, que vive en Buenos Aires y que muy poco nos vemos solo saludos por internet y algún presente cuando alguien viaja y se lo puede alcanzar, que me dice:
-Hola tía cómo estás? Te comento que compre una estadía en Brasil (Buzios) para febrero y no voy a poder viajar por q a mi marido no le dieron sus vacaciones,te quería preguntar si te interesa ir con mi papa.
Su papá es mi hermano. Me dejó sorprendida, no sabia que contestar. Obvio que quería. Así? sin aviso .
-Yo ya lo pague, es en febrero. Pensalo y avisame. Continuaba su diálogo. Breve y seco .

La relación con mi hermano es muy buena. Hemos viajado a Miami, a Italia juntos con el grupo familiar. Le encanta viajar. El todavía no estaba al tanto de este regalo, primero me consultaba antes que a su papá.Por otro lado entiendo que me lo dice a mi para que acompañe a su padre.

Sinceramente pensé que a mi marido esto no le daría ninguna alegría, me equivoqué.Solo decirle se puso a averiguar precios y le parecía bárbaro que me fuera de vacaciones con mi hermano mayor, mucho mas que yo.

Disfrutamos Florinópolis, también Córdoba.Regresamos cansados con el espíritu regocijado pero físicamente cansados.

Ahora debía organizar con la misma alegría mi viaje con mi hermano. Nos juntamos y emprendimos un vuelo primero, horas de espera y en ómnibus a Buzios. Ya en el aeropuerto de Rio encontré personas jóvenes contándome sus experiencias y recomendándome a que fuera a tal o cual playa e ilustrando con fotografías.

Llegamos a la Pousada, maravillosa, mucha vegetación y muy bonita a un par de cuadras del mar. El Puerto da barra, un lugar de paseos. De paseo romántico, un largo espigón, a lo lejos los pescadores, algunos morros se divisaban desapareciendo en el horizonte del mar, un paisaje soñado.

Descansamos, despertamos al día siguiente sin apuros, desayuno tropical del que los argentinos presumimos de Brasil. A medida que arribaba pensaba con algo de cansancio la rutina de visitar playas, mi cuerpo pedía reposo, paz, horas sentada,leer, sosiego. A mi hermano lo veía bien, tranquilo y también en mi ritmo.

Después del descanso del arribo,salimos a caminar a descubrir esa ciudad tan reconocida por la gente jóven. La urbe amada por Brigite Bardot. Al contemplar esos cielos nublados, su mar azul, las casitas de los pescadores, ese centro chico y de construcciones antiguas entendí porque ella amo tanto ese lugar y que de alguna manera lo hace único.

El ambiente tranquilo se notaba desayuno, pileta, lectura, café, amigos nuevos,de saludos, de excursiones. Iban trabajando en nosotros fuimos dándonos cuenta,mi hermano y yo, que era eso lo que necesitábamos. El fue abuelo ya muy grande, casi a los 80 años. Eso lo hizo un abuelo-dependiente. Sale muy poco por no separarse de él, y esto lo cansa físicamente y se sinceró conmigo. Por mi parte descubrí que necesitaba este tiempo sola para mi un descanso para navegar por dentro.

Los días pasaban y la relación con con él se hacía cálida, cuidarlo y el siempre atento a mis necesidades, fui descubriendo un hermano lleno de caballerosidad, amoroso. Hablamos de nuestra madre de lo que recordabamos de ella. Los recuerdos también eran descubrir esa mamá que el otro no conocía. Reíamos mucho, la mayor parte del tiempo de nosotros misnos. Después de cenar largas charlas de los hijos, de mejorar las relaciones, de aquello que nos hace bien como ser la música para él, etc.

Hicimos cruceritos por el mar conocimos a un matrimonio gentil y combinamos algunas salidas . Fuimos a rincones de pescadores a comer pescados y tomar cervezas y a veces caipirinha . El jardinero de la Pousada tenía una cantina en una playa alejada y nos invitó . Accedimos a la invitación , primero nos llevó a almorzar con su familia , fue un regalo , conocer sus vivencias y también su intimidad familiar . Al día siguiente una guía turística nos dijo que esa es la playa más bonita de Buzios . Hasta en esos detalles reconocíamos el amor concreto de Dios para con nosotros .

En este caribe Brasilero , un regalo que comparto. Poder disfrutar con un hermano a esta edad! Sacarnos fotos divertidas, recordar cosas , reirnos de las "pifiadas" que nos mandamos. Ir a misa, rezar juntos . Y, como buenos hermanos también discutir hasta ponernos de acuerdo.

Gracias @jlufer por este concurso que nos permite recrearnos y divertirnos con nuestras historias.