Hola a todos, esta es mi entrada para Mi Primer Concurso #11 aunque ya han pasado 5 dias aun tienen tiempo de participar. Debo disculparme de antemano por el lenguaje coloquial y muy venezolano si continúan leyendo, pero es una historia basada en hechos reales (una de las pocas) sientanse libres de comentar, preguntar o acotar y en tal caso de tener alguna crítica que me haga mejorar sera bien recibida.

Metro de Caracas - Venezuela

2 de Enero de 2017 -

Esta fecha quedará guardada por siempre en mi memoria...

Eran los principios del año y Caracas estaba desolada, vacía; iba en un gusano de acero que atravesaba la ciudad no tan lleno como siempre, a mi espalda iba una pareja que pude suponer de jóvenes debido a su conversación y las carcajadas que lanzaban.

-Fue muy depinga el carajo me miró como pensando: Este tipo tiene problemas mentales. Jure que me iba a gritar sacándome de la tienda.

Hablaban de cosas comunes, nada muy interesante. Reían con chistes internos, conversaban sobre su vida diaria... Era la tipica conversacion de una pareja de quinceañeros que tienen máximo 2 meses de noviazgo pensé. Extrañamente la conversación se detuvo, por unos segundos solo se escuchaban el metal del metro moverse, traquetear entre curva y curva. Sentí tensión aunque no tuviera la pareja frente a mi.

-¿Que tienes, te pasa algo? - Preguntó ella.
-Nada... Solo un mareo - Contestó el muchacho
-¿Desayunaste?
-Ehm.. Si - Pero la mentira en la voz del chico pude hasta reconocerla yo
-¿Por qué haces esto?
Y luego de un par de segundos de silencio de cripta contestó derrotado
-Para que tu puedas estar bien. Para que puedas desayunar mañana

Lo dijo en un susurro apenas audible. Levante la mirada y todas las personas en el metro estaban en su mundo. Mi corazón se quebró y tuve que cerrar los ojos con fuerza para evitar que se me salieran las lágrimas.

-Saldremos de esta, siempre lo hacemos... ¡Juntos! Ya verás. - Dijo ella decidida

Solo se escuchaba el metro en curso, las vías, el viento , incluso las luces y el leve murmullo de la gente un poco más lejos.Pensé con el corazón arrugado: Un "Te Amo" sincero siempre es el silencioso y tenia tiempo sin sentir un amor tan tierno como este del Metro; En la siguiente parada se bajaron y decidí voltearme de inmediato porque me comía la curiosidad por saber su identidad por grabar sus caras junto con lo que acababa de presenciar. Necesitaba ver los protagonistas.

Era una pareja mayor, pude notar que ambos llevaban anillos, estaban casados. Ella era una morena de baja estatura, no más alta que yo, vestía muy relajada jeans y camiseta blanca y mentiría si dijera que no me sorprendió su carisma y su sonrisa no tan perfecta. Tenía rasgos faciales que dejaban ver sus 35 años aproximadamente
El era un señor algo más entrado en años, tenía bigotes y no era absolutamente nada atractivo pero ellos al intercambiar miradas no observaban su físico, observaban su alma. Su ser... Ambos tenían piel sobre el hueso, porque si digo que estaban flacos quizás me malinterpreten y se los imaginen con algunos kilos que les den forma a su cuerpo, pero no. Era un par de esqueletos saliendo del metro

Casi nunca escucho "Te amo" sinceramente, con sentimiento. Estoy rodeada de personas que actúan, que colocan en marcha las cosas. Las hacen, y quizás por eso siempre he sido fiel creyente de que esta unión de palabras está sobrevalorada.
Antes de escucharlo prefiero verlo. El amor se expresa de miles de maneras y si piensas que sólo diciéndolo es una pues te pierdes de la vida y ni aunque lo grites la recuperas.

Pero lo que más me afecta es que esta sea la realidad de Venezuela. Esto se ve dia a dia en muchos ámbitos, quizás sin el romanticismo pero si con todo el drama.

Fuente de la imagen Metro de Caracas