#miprimerconcurso 14 entrada #1

Desde pequeña he tenido otros nombres además del que aparece en la cédula de identidad. Volteo si mi familia pronuncia: neneta, negrita (o solo negra) pues soy la más pequeña de la casa (sí, la más consentida también) y con la piel más oscura. Mientras mis hermanos son lattes de vainilla, yo soy más bien un marrón claro. En ocasiones, he sido llamada Ale o Alex, por algunas personas serias que intentan ser menos formales e incluso Maria Alejandra por ciertas viejitas; realmente no sé de dónde se sacan "María", quizás me ven cara de santa. No digo que carezca de ella, sino que no esta señalado en mi nombre ¡ja ja!

Durante mi adolescencia, esa época de dramas sin sentido y típicos malentendidos, me comenzaron a llamar Aleli. Al inicio, mis padres por la unión de mi primer y segundo nombre, luego se fue extendiendo a mis amigos cercanos, hasta que en los últimos años de bachillerato muchas personas me llamaban así. De hecho, ese es el nombre que aparece en mi suéter de promoción. En la universidad todos me conocen así, incluso muchas personas piensan inocentemente que es mi nombre legal. Dicen que combina conmigo, con mi forma de ser porque les transmito energía, vivacidad, ternura y alegría. Me gusta adjudicarme esas virtudes, por eso, les creo a los que lo comentan.

Fuente

Un amigo me comentó de esta plataforma y me pareció interesante. Así que, entre idílicas empresas y copiosas tormentas decidí crearme una cuenta, eligiendo "aleli" como nombre de usuario porque ese nombre me define. Además de lo anterior, es el nombre común de varias flores alrededor del mundo, incluso ¡en Venezuela hay 5! Por cierto, también me han cantado jocosamente la canción "Capullito de Alelí", escúchenla. Mi papá y algunos amigos se divierten con ella; a mí me gusta el ritmo.