Mirar hacia arriba como un rayo de luz.
Todos nosotros, desafortunadamente, somos el mismo mundo,
Los motivos del incendio provocado, no os lo diré.
Cada uno tiene sus propias prioridades:
Están esperando a sus madres en casa.
Y el día fue golpeando con todo por poco.
A los gritos de la multitud diabólica.
Imagina, permítete rendirte.
Al sonido del violín y órgano.
Y el mayor esfuerzo se invierte en ellos.
Los caminos conducen justos y pecaminosos.
Grité en el servicio chicos:
Fuerte viento fuerte.
No es cierto por que mi novio se llana santiago.
Cierta.