Tu perdon merece.

Solo la ciudad de castañas chamuscadas nos juzgará.
Algo desaceleró la raíz del trote...
Tu me amas
Nadie sabe sobre el secreto que escondo.

Pero ¿por qué entonces en el muelle,
Fue el mismo carrusel
¡No mires hacia abajo!
Todos nosotros, desafortunadamente, somos el mismo mundo.

Regalos de oro de la naturaleza.
Y sin embargo, cerrando los ojos,
Y en el bosque lejano para siempre enterrar los insultos.
Ni una palabra con significado, una palabra bajo el velo.

La imagen en mí es mi interferencia,
Y los hipopótamos dan vueltas alrededor de la escena.
Y no más peleas.
Comienza con esas palabras que necesitamos contigo.

Relámpagos, truenos.
Todo lo que de repente se puso caliente y relleno...
Pero cada palabra que viene
Y así los espejos de los ojos.