Esa mañana de verano, primero pisamos firme.
Como una suegra malhumorada.
Y sobre el asfalto la vela escarlata.
Y asperja nuestro planeta,
Ella tomará y tomará la copa.
En la noche de luna llena, en el resplandor del día.
En casa hay al menos tres de nosotros viviendo...
Debajo de mí está el mar.
Volando en una niebla brumosa caballos.
Pero mientras el corazón en las alturas está llamando,
Me disculpas
Deshazte de los hombros del doble poder del corsario.
De modo que el trazador de líneas yace en todas partes en filas.
Me duele mucho las pérdidas constantes...
Porque cuando nos despertamos
Bajo el llanto de los bebés muertos,
Estas encerrado.
Todo está listo para la pelota durante mucho tiempo,
Traerá sobre sí mismo los cíclopes.
Deja que la sensación nos levante en el techo.
O de nuevo... así que, por cierto mañana.
No, mejor cambiemos de tema.