"LO QUE EL VIENTO SE LLEVO", mi libro favorito

Cuando se han leído varios libros es difícil decidir cuál es tu favorito, o mejor dicho es muy fácil que te gusten muchos. Gracias a la iniciativa de @blablajam me tuve que enfrentar al reto de elegir uno solo. Después de un examen de conciencia, mi corazón romántico decidió por mí, decantándose por “Lo que el Viento se Llevó” de Margaret Mitchell. Primero les hablaré un poco sobre cómo leí este libro y el origen de mi favoritismo y luego les contaré un poco de lo que trata. 

Lo leí cuando era muy joven, entre los 10-12 años yo estaba en la onda de agarrarle el gusto a las novelas. Hasta entonces yo engullía cuentos, poesías y relatos cortos, por lo que al final terminé pasando a las ligas mayores con historias más largas y novelas como esa. 

De niña dormía con mi hermana mayor en el mismo cuarto, la cual me lleva 15 años, por las noches ella se quedaba hasta tarde con un tomo entre las manos y yo no entendía cómo podía gustarle eso, si tenía las letras pequeñitas y no tenía dibujos, además su portada era lúgubre y totalmente desprendida del lomo del libro, para nada atractivo a mis ojos de niña, a lo largo de los años yo veía como ese tomo reaparecía en las manos de mi hermana por temporadas una y otra vez. En la pre-adolescencia ya yo era una devora libros pero sin nada que leer, por eso, un día hablando sobre libros mi hermana comentó sobre el famoso tomo y me dijo que lo había leído varias veces porque era su favorito, que la primera vez había tardado dos años en leerlo, la segunda vez en año y la tercera unos meses. A mí me pareció inconcebible, ¿Para qué leer un libro tan largo más de una vez? ¿Qué sentido tenía leer algo en donde ya sabías lo que iba a pasar?, además yo todo lo leía en unas pocas horas. A lo que ella me explicó que ese libro tenía mil páginas, que era imposible leerlo en poco tiempo. Eso me picó la curiosidad y me sentí retada, nadie sabía dónde estaba así que tuve que voltear la casa hasta hallarlo lleno de polvo, en una caja llena de bichos. 

Tardé exactamente 1 semana en leerlo, admito que su tamaño me intimidó, yo nunca había leído nada ni la mitad de largo, sin embargo, después de los primeros capítulos nada pudo separarme de ese libro. No dormía, no comía, sólo leía, si no estaba leyendo sólo podía pensar en la lectura y en que estaba perdiendo el tiempo, necesitaba seguir leyendo, devoraba las palabras con una pasión poco explorada por mí.  Cuando le conté a mi hermana mi logro no me creyó, me dijo que me había saltado capítulos o que lo había visto por encima, pero no que había vivido cada palabra como si fuera mi propia vida. No hace falta que les cuente lo mal que lo pasé las semanas posteriores, ¿Cómo podía existir un libro donde no hubiera un final feliz? Vagué sintiéndome desolada y sin sentido, había conocido algo maravilloso y se había acabado demasiado rápido, estaba arrepentida de no haberlo leído con más calma y haberlo disfrutado un poco más, me sentía igual de desdichada que la protagonista, me preocupaba muchísimo cometer los mismos errores que ella. Han pasado aproximadamente 10 años y aún tengo esa sensación cuando lo termino, al igual que mi hermana, a lo largo de los años lo he releído otras veces y me sigue pareciendo magnífico e incomparable. 

Pocas novelas están tan completas en un solo tomo, mi hermana afirma que nunca ha vuelto a leer otra novela que la atrape como esa, yo en cambio, sí me he encontrado con este tipo de libros, son joyas entre baratijas, esos libros que nos cambian la vida, se vuelven parte de nosotros, esos que siempre estarán encabezando nuestras recomendaciones, esos que siempre los volvemos a leer porque lo valen. Por eso me costó decidirme por uno solo, “Lo que el Viento se Llevó” gana ante los demás, por haber sido el primero que se metió en mi corazón, mi mente y en mis sueños.  

Para quienes no han leído esta historia, les cuento que trata de la vida de Escarlata O’Hara una joven sureña, que vive rodeada de lujos y muy mimada por sus padres, los cuales son dueños de una plantación de algodón y numerosos esclavos. Es presumida y presuntuosa, no tiene amigas porque se considera a sí misma como la más atractiva de la región y acapara la atención de todos los hombres que posan sus ojos en ella, menos de la de uno, Ashley. Ella no acepta que él no la quiere y se casa varias veces por puro interés, tiene varios hijos a los cuales no aprecia y sólo busca de la vida aumentar su fortuna. Para cuando Ashley le presta atención ya es tarde, ella ha cambiado mucho y ya no queda nada de lo que era su inocente amor adolescente. 

Todo esto ocurre en un marco de guerra y desolación. La guerra de Secesión no significó lo mismo para ambos bandos, para los sureños fue la pérdida de su estilo de vida y su honor, la mayoría de sus hombres muertos para nada porque la guerra se perdió. Para la población sobreviviente implicó comenzar de cero, sin contar con la ayuda de sus esclavos, ahora hombres libres. A Escarlata le toca aprender que los lujos tienen un precio muy alto, el trabajo duro. También que el amor y la amistad son más valiosos que todo el dinero del mundo.

Para mí este libro significa mucho, es uno de los pocos que tengo en físico. Es un vínculo con mi inocencia de lectora, la cual tiene la capacidad de sorprenderse y dejarse llevar por lo que lee más que la actual, que por tener más experiencia se ha vuelto un poco quisquillosa. Amigos, si no la han leído busquen la oportunidad, de verdad no se arrepentirán, aunque es larga es fácil de llevar, o mejor dicho ella te lleva a ti. 

Las fotos fueron tomadas con mi teléfono Bucare Y330