La consulta bimensual

Fuente

Johan mantenía su vista clavada en el suelo blanco sin saber que más hacer, sus rodillas temblaban transmitiendo una oscilación penosa a sus regordetas piernas. Levantó tímidamente la cabeza mirando a su alrededor sin buscar nada en particular observando las ya familiares pareces blancas que bien podían pertenecer a un mausoleo, la vieja hilera de sillas duras que bien podían ser la fila para subirse a la silla eléctrica y la enfermera, joven, bonita pero distante; como un ángel que preside sobre los condenados.

Click.

La puerta al final de la sala se abrió con delicadeza, como si no quisiera asustar a los niños. Una chica de seis años salió tambaleándose, la enfermera la tomó en brazos y la coloco en una silla mientras se recuperaba.

"Siguiente." Susurró el dentista con dulzura, y Johan sintió como sus pies se impulsaban solos y ante las protestas de su cerebro lo conducían hacia la blanca puerta.

Click.

Se cerró la puerta.

"Sientate." Dijo y el niño obedeció. "Hazme los honores Johan." Y con la desesperanza nacida de la rutina Johan observó como su mano clavaba una lanceta en su vena braquial izquierda haciendo que manara un chorro de sangre. El niño observó como el médico saciaba su sed hasta perder la conciencia, después el dentista hizo desaparecer la herida con un toque de magia y limpió un par de caries para guardar las apariencias. Los padres eran capaces de ignorar cualquier historia de vampiros que contasen sus hijos mientras estos volviesen a casa atontados y con dientes brillantes.

Bueno chicos y esta es mi participación para el concurso, espero que disfruten al leerla tanto como o al escribirla y cualquier duda o crítica sera bien recibida en los comentarios, si desean participar en el concurso les dejo el link buenas noches y cuidado con el dentista.