Era el año 1999, Irene una mujer emprendedora, madre soltera pero con la suficiente fortaleza para sacar adelante a su niña (Gabriela) de 9 años, decide mudarse a la ciudad de los Teques, y ya con unos ahorros en su cuenta bancaria, consigue una publicación en el diario sobre una casa bastante céntrica y muy económica, se percata de un detalle, está muy cerca del cementerio municipal, pero con un carácter fuerte y un espíritu indomable pensó que eso solo le importaría a una persona supersticiosa, así que decide contactar al dueño y comprarla. Al mudarse y comenzar a limpiar la casa, la niña observa que La gente que los miraba murmuraban y los señalaban, y pregunta: mami por que la gente nos mira de esa manera? Irene contesta no le hagas caso hija seguro es gente chismosa. Así cae la noche, a eso de la 1 am Gabriela se despierta y ve un hombre con los ojos rojos, rostro pálido, sangre saliendo de su boca y grandes colmillos, intentando rasgar la ventana, ella dio un fuerte grito, Irene se despierta asustada. Irene: Que te pasa? Gabriela: Mami un hombre horrible intento abrir la ventana. Irene: Hija solo estas nerviosa por ser tu primera noche aquí en nuestro nuevo hogar. (la abraza fuerte, la calma e intentan dormir nuevamente). La niña muy asustada tardó un poco mas de una hora en volver a conciliar el sueño, pasan las horas y a eso de las 3 am, esta vez es Irene quien se despierta al sentir un peso fuerte en su pecho, y al abrir los ojos, observa encima de ella un hombre horrible, sus ojos destilaban fuego, sangre corría de su boca, grandes colmillos, se acercaba lentamente a su cuello, sus uñas largas rasgaban su ropa. Irene grita.. Auxilio!! Ayúdenme! lárgate!! déjanos en paz!! Al cabo de unos segundos, Irene se despierta asustada y sudando, su ropa estaba intacta mira a Gabriela durmiendo tranquilamente, observa la ventana abierta, y exclamó: solo fue un horrible sueño, al acercarse para cerrar la ventana observa el árbol y escucha unas risas.. y una voz diabólica diciendo Irene, Irene Bienvenida! Ella no pudo dormir por más que lo intentó, la mañana siguiente muy asustada, y con mucho estrés ya que gastó todos sus ahorros en esa casa y no tenía mas dinero para comprar o alquilar otra, escucha que tocan su puerta, nerviosa toma de la mano a Gabriela, abre cuidadosamente y al mirar resultó ser un anciano, cubría parte de su rostro con un sombrero y sin dejarla hablar le dice: Sra. Irene usted no me conoce, trabajo en el cementerio y pude observar todo lo que paso anoche, es la maldición del árbol de los vampiros, y se encuentra bajo su territorio ahora, para salvarse usted y su hija de una horrible muerte debe clavar cuatro clavos en forma de cruz en el tronco del árbol, con eso podrá ver los vampiros alrededor de esta casa pero no entrarán más en ella. Aunque le aconsejo que debe vender esta propiedad lo más pronto posible. Irene hizo lo que el anciano le indicó clavó cuatro clavos en el tronco de ese árbol y desde ese día ningún vampiro ha vuelto a entrar en su casa, pero cada noche se escuchan carcajadas, y al observar desde la ventana se mira a un hombre guindado de cabeza en lo mas alto del árbol llamando con su dedo y diciendo Irene, Irene aquí estoy. Hoy en día, Irene sigue publicando una y otra vez esta casa en el periódico esperando que alguien se la compre y poder salir de esa maldición.