Peligrosa tentación.

Una noche fría de invierno, estaba como de costumbre mirando por la ventana a ver si lograba verla, apenas y tendría 8 días desde que llego a la ciudad era la nueva vecina Laura, yo estaba tan obsesionado con ella, quería pasar todo mi tiempo Espiándola.

Esa noche escuché el ruido de la puerta trasera, pude ver que se dirigía hacia el bosque que colindaba con nuestras casas y al compás de sus pasos dejaba caer su ropa, empecé a seguirla no sabía hacia donde se dirigía, tenía un poco de miedo, pero estaba totalmente seducido por su cuerpo, de un momento a otro perdí de vista su silueta entre la inmensidad del bosque, escale un árbol y divise unas pocas luces a lo lejos no sabía cuánto había caminado.

Decidí orientar mis pasos hacia las luces que vi. Caminé durante un rato y trepando nuevamente pude darme cuenta que me estaba alejando cada vez más, me asusté mucho no sabía que estaba pasando, ya en ese punto no tenía idea dónde se había metido Laura, empecé a correr, el pánico cada vez se apoderaba más y más de mí, una nube de criaturas de la noche apareció de la nada cegándome momentáneamente, entonces la vi estaba frente de mí, aun desnuda más pálida que de costumbre y con una sonrisa macabra que revelaba unos colmillos afilados entonces pronuncio unas irónicas palabras antes de abalanzarse sobre mí y succionar mi sangre.

-El cazador resulto cazado-.

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