Concurso de Microrrelatos de Terror #MicroTerror256 - Semana 1 - Pérfido

La Herencia

Maldita casa. Maldita herencia. Mató al abuelo, mató a mi padre. Decían que estaba senil el viejo, pero estuvo cuerdo hasta su muerte. Convirtió nuestro apellido en vergüenza con su perfidia. Hizo dinero, pagando con nuestro honor.

Del muy maldito se cuentan cosas que aún se ceban conmigo. En Venecia, el apellido Montresor se murmura, seguido de historias que ponen la piel de gallina. Pero su peor maldad fue el testamento. 

Nos obligó a vivir en el palacete. Crecí en él, en sus pasillos húmedos y opresivos que resuenan con el siroco como asmático agonizante; sobre sus cimientos hundidos en el fango del río.

Mi padre aceptó, convirtiéndonos en prisioneros. Intentó propiciar la destrucción de la casa, pero sin violar directamente la última voluntad del viejo. A veces, recorría sus pasillos fuera de sí, bajaba a las catacumbas donde descansan los vinos y gritaba enloquecido.

Murió viejo, como el abuelo, ahogado en sangre después de larga agonía, repitiendo mil veces que la casa lo mataba. Y como el viejo, vinculó la fortuna familiar al palacete.

Pero no moriré como ellos, algo los retenía en el palacete pero no a mí. Daré con la razón de su prisión voluntaria.

Ahora lo sé, no era la casa. Después de mucho buscar, en lo profundo de la bodega tras una pared, encontré un cadáver absurdamente vestido de bufón, uñas rotas y encadenado a la roca. En ella, escrita con sangre imposible de borrar está la maldición que condena a mi linaje a morir ahogado, firmada por un tal Fortunato.    

Cuento escrito para el concurso de microrrelatos organizado por Trenz

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P.D: Quizás por el genero o la extensión me tomé la libertad de inspirarme en un cuento ajeno, sé que este pequeño homenaje nunca estará a la altura del gran Edgar Allan Poe pero espero que los entretenga tanto como a mí escribirlo.