Año 1676, el reloj marcaba las 04:30 a.m. cuando encontraron muerto a Dhante, parecía estar impoluto, pero la verdad que la escena de su muerte es una de las imágenes más cruentas que había visto en mi vida. 

Fuente

Pasaron los años y me alejé de Rovinj, aquella población croata en la cual había pasado mi infancia. Había algo en aquel poblado que siempre lo hizo tenebroso y solo esperaba el momento para largarme de ese maldito pueblo. 

Hasta que

llegó el momento de volver, allí vivía mi madre a quien no podía abandonar, mi gran sorpresa fue conseguir un pueblo extrañamente tranquilo. 

Decidí quedarme algunos meses para acompañar a mi madre, sin embargo las cosas se tornaron violentas. Rumores de muertes sangrientas corrían sin cesar, en Rovinj se hablaba de un “vampiro”. 

Al ser hombre de mundo no creía semejante estupidez, tanta cultura y me iban a hablar un montón de pueblerinos de un “ser que bebe sangre”. 

Una noche desperté y mi camisa estaba manchada de sangre, sin embargo no tenía ninguna rasgadura. No lo podía entender. ¿Qué pasaba? 

Al levantarme conseguí el cuerpo de mi madre ensangrentado, llevando una carta en su pecho. 

Querido Nosferatu: Fuiste concebido un viernes Santo, lo cual considera al niño como maldito. El vampiro que acecha Rovinj… ERES TÚ.   

Por eso siempre aborrecí el sol y no me disgustaba el olor a sangre. Soy el responsable de tantas desapariciones en Rovinj durante el siglo XIX, quizás mientras lees esta misiva probablemente he matado… sin ni si quiera saberlo.  

Este es mi relato del Concurso de Microrrelatos de Terror #MicroTerror256 convocado por @trenz. Les invito a participar. Aquí las bases del concurso