Corrección gratuita:

—Entonces, señor Morwguird (¿lo estoy pronunciando bien?), nos contaba sobre la ola de abducciones de los siglos veinte y veintiuno. Dígame, ¿por qué usaban sondas rectales en esa época?

—Bueno, para contestar esa pregunta debo remontarme a nuestra llegada; como sabrás, arribamos a la Tierra por mera casualidad, nuestra nave se averió y la Tierra fue el único planeta habitable que pudimos alcanzar. Justo entrando en la atmósfera sufrimos un estallido de plasma que destruyó parte de nuestro escudo externo, diseminando trozos microscópicos de nanometalium por toda la Tierra.

—Pero, señor Morwguird, ¿Qué tiene que ver el nanometalium con las sondas rectales?

—A eso iba, el nanometalium es un compuesto imposible de sintetizar en la Tierra y necesitábamos recuperar cualquier vestigio para reparar nuestra nave, entonces muchos de estos fragmentos fueron a parar a montañas, lagos e incluso volcanes. Esos los recuperamos con gran discreción y esfuerzo, pero algunos fragmentos terminaron en el intestino grueso de humanos.

—¿Y cómo llegaron ahí?

—Asumimos que comieron el metal por no lavar alguna fruta o verdura. En fin, teníamos que recuperar el metal, así que decidimos anestesiar a estos individuos y extraer la muestra. Sin embargo, por alguna razón desconocida ustedes se obsesionaron con las sondas. Menos de cien humanos sometimos al procedimiento, pero la sonda rectal les dio una extraña popularidad; aún nos asombramos de que las abducciones pasaran a ser parte de la cultura popular humana.

—Es decir que no estaban experimentando con nosotros.

—Eso siempre fue un disparate. Si lo piensas, ¿para qué querríamos muestras fecales?

Además de las comas y algunas tildes, cambié algunas palabras para evitar la repetición del verbo "llegar". El guion de diálogo que agregué para las intervenciones del entrevistado tomalo solo como sugerencia; es lo que dictaría la norma, pero como en este caso no hay una voz narrativa, el formato original que elegiste es válido.