Concurso de Microrrelatos de Ciencia Ficción #MicroCiFi256 - Semana 6 - El día que el tiempo se detuvo.

Escalaba buscando una flor en un risco, la flor era para una medicina; resbalé y caí de una altura considerable.
Al despertar, en el suelo rocoso, anochecía; me dolía la cabeza.
Me palpo la cabeza y siento algo pegajoso, al verme la mano: veo sangre coagulada.
-¡Genial!- digo sarcásticamente.
Al pararme, vi una cueva, decidí entrar sin pensarlo mucho, tenía que acampar en algún lado.
Busqué ramas y hojas secas para hacer una antorcha, al prenderla tenia tonos de blancos a grises brillantes -Debe ser por el golpe en la cabeza- pensé sin complicarme mucho.

Sin más dilación entre a la cueva, dentro, se veía claramente, las paredes y el techo se alejaban profundamente en la montaña, formando un único camino.
Seguí el sendero, que no se dividió en ningún momento; después de unas tres horas, calculé, entre en una zona de la cueva en la que se expandía hasta no verse ni las paredes ni el techo.
La antorcha iluminó alrededor de diez metros a la redonda.
Al dar un par de pasos tropiezo, dejando caer mi única fuente de luz.
Detengo mi caída con la manos, pero la antorcha cae, se desarma y apaga al instante.
-¡No!- grité.
Al instante veo un rayo de luz cruzar la cueva esta vez llegando a las paredes y el techo, junto con el eco de mi grito, dejando todo a oscuras poco después.
-¡NO!- grité más fuerte, se ilumina nuevamente la cueva con una intensidad mayor.
-La cueva se ilumina con sonidos fuertes- dije mientras sonreía.

Concurso de Microrrelatos de Ciencia Ficción #MicroCiFi256