Caminábamos esa tarde por el parque él y yo estábamos completamente enamorados no nos importaba nuestras diferencias lo único que nos importaba era el amor tan grande que habíamos desarrollado a lo largo del tiempo, él había llegado a esta tierra hace exactamente 10 años, todavía recuerdo el día en que lo conocí su mirada tímida y su poca comprensión a lo que le decía.

Yo estaba muy sorprendida jamás imaginé que esas luces que cada noche contemplaba desde mi habitación fuesen a llegar justo al patio de mi casa, era ya muy tarde en la noche yo estaba estudiando, cuando vi unas luces bajar del cielo, Salí corriendo hasta el patio y pude ver como esa extraña nave aterrizaba justo allí.

¿Que estaba pasando? me preguntaba muy nerviosa, pero curiosa, me quedé escondida mientras observaba, eran seres muy extraños, a su vez tan parecidos a nosotros, fue allí cuando lo vi, desde esa noche nos volvimos muy cercanos.
Recuerdo todo como si hubiese sido hace poco, pero en realidad ya faltaba nada para que el volviera al lugar de donde había venido, no queríamos separarnos por eso decidimos que yo debía seguirlo, sé que extrañaría mucho a mi familia pero debía estar con él, por eso no me importo dejar todo atrás y venirme a este planeta, un increíble nuevo hogar.