La muerte del Hereje... Lutero
Martín Lutero (en alemán, Martin Luther; Eisleben, Alemania, 10 de noviembre de 1483-ibid., 18 de febrero de 1546), nacido como Martin Luder, fue un teólogo, filósofo y fraile católico agustino que comenzó e impulsó la Reforma protestante en Alemania y cuyas enseñanzas inspiraron la doctrina teológica y cultural denominada luteranismo.
Lutero exhortaba a la Iglesia a regresar a las enseñanzas originales de la Biblia, lo que produjo una reestructuración de las iglesias cristianas católicas en Europa. La reacción de la Iglesia católica ante la Reforma protestante fue la Contrarreforma. Sus contribuciones a la civilización occidental se extienden más allá del ámbito religioso, ya que sus traducciones de la Biblia ayudaron a desarrollar una versión estándar de la lengua alemana y se convirtieron en un modelo en el arte de la traducción. Su matrimonio con Catalina de Bora, el 13 de junio de 1525, inició un movimiento de apoyo al matrimonio sacerdotal dentro de muchas corrientes cristianas.
Tres años antes de morir, escribió un tratado de antijudaísmo cristiano llamado Sobre los judíos y sus mentiras, en donde exhortaba al asesinato de judíos, a quemar sus propiedades y sinagogas. Su retórica no estaba solo dirigida a los judíos, sino también a los católicos, anabaptistas y cristianos no trinitarios.7 Lutero murió en 1546, excomulgado por el papa León X.
Su muerte... terribble
El último viaje de Lutero a Mansfeld lo realizó debido a su preocupación por las familias de sus hermanos y hermanas, quienes continuaban en la mina de cobre de Hans Lutero, amenazada por las intenciones del Conde Albrecht de Mansfeld de controlar esa industria para su beneficio personal. La controversia involucró a los cuatro condes de Mansfeld: Albrecht, Philip, John George y Gerhard. Lutero viajó dos veces hacia fines del 1545 con el objetivo de participar en las negociaciones para llegar a un acuerdo. Fue necesaria una tercera visita a principios de 1546 para completarlas. El 23 de enero, Lutero dejó Wittenberg acompañado por sus tres hijos. Las negociaciones concluyeron con éxito el 17 de febrero. Pasadas las 8 de la noche, Lutero sufrió dolores en el pecho. Al irse a la cama oró diciendo: «En tus manos encomiendo mi espíritu; me has redimido, oh Señor, fiel Dios». A la una de la madrugada despertó con un agudo dolor de pecho y fue envuelto con toallas calientes.
Sabiendo que su muerte era inminente, le agradeció a Dios por haberle revelado a su Hijo, en quien él había creído. Sus compañeros Justus Jonás y Michael Coelius gritaron: «Reverendo padre, ¿está listo para morir confiando en su Señor Jesucristo y confesando la doctrina que enseñó en su nombre?». Un distintivo «sí» fue la respuesta de Lutero. Murió a las 2:45 del 18 de febrero de 1546 en Eisleben, la ciudad donde nació. Fue enterrado en la iglesia del Palacio de Wittenberg, cerca del púlpito.