Un destino desconocido (Relato corto Ciencia-Ficción).

Tenía facilidad para hacer amistades rápidamente y pronto conseguí la manera de trabajar en un centro de tecnología de avanzada que me llamaba poderosamente la atención. Este lugar tenía algo de mala fama porque se rumoraba que estaban tramando viajes exploratorios fuera de ARoDIPA para entrar en contacto con nuevas culturas y especies de seres vivos y eso aterrorizaba a nuestra sociedad, tal vez se piense que era una tontería pero ese terror garantizaba nuestra tranquilidad pues nadie perturbaba nuestra paz ni nosotros las de otros planetas.

Pero la curiosidad pudo mas que la paz. Además me gané con tal intensidad la confianza de los investigadores y regentes del centro de tecnología, que fui uno de los escogidos para realizar el primer viaje de exploración a lugares distantes de nuestro bello terruño. Partimos en la estación obscura, cuando estamos mas distantes de nuestra estrella solar y todo iba muy bien en los primeros lunios (días terrestres) pero pronto nos acercábamos a nuestro fatal encuentro con una terrible cultura, no muy lejana de ARoDIPA.

Nos dirigíamos casi en linea recta a un planeta llamado Zumbedium, bonito pero no tan próspero como el nuestro por lo que supimos luego, y que se enfrentaba a una próxima destrucción pues el núcleo de dicho astro estaba empezando a hacer fusión plásmítica (lo que ustedes denominan fusión nuclear). Esta sociedad zumbediana, sumida en la desesperación y con una tradición muy belicista aprovechó nuestra aproximación para realizar un abordaje a nuestra nave, que era extremadamente grande y poseía avances tecnológicos inconmensurables. En cierta forma, este abordaje fue inicialmente muy diplomático o si se pudiera decir realizado con mañas muy propias de de los zumbadianos, ademas hay que recordar que estaban en una posición desventajosa y desesperada, su sociedad clamaba salvación a la clase dirigente o política.

Fuimos capturados y solicitamos ser llevados a nuestro planeta pero hicieron caso omiso de este ruego, y se nos explicó que ellos usarían la nave para explorar posibles planetas a ser invadidos para garantizar la supervivencia de su especie. Nuestra tripulación constaba de 100 arodipanos mientras que ellos eran apenas 30 pero con gran fortaleza física y muy agresivos por su educación y destrezas. Sin embargo ya he comentado que yo solía ser osado y rebelde por lo que cometí un acto que en ARoDIPA hubiera sido considerado abominable pero que fue el único recurso disponible para evitar que estos seres invasores (cuya raza es parasitaria y vive de otras especies) pudiese exterminar la cultura y especie de otro planeta que tal vez, ni se imaginaba este terrible destino.

Junto a Teridón, un joven arodipano que también mostraba rasgos rebeldes, escapamos de nuestras celdas en la nave y usando nuestras destrezas naturales acudimos al centro de mando donde se le daba dirección y rumbo al gigantesco aparato. La nave contaba con mucha tecnología que no conocían los zumbadianos y por esa razón, desconocían que tenia un sistema de auto-destrucción en caso de que hubiésemos tenido algún percance en el espacio.

Teridón activó la secuencia de destrucción mientras yo alteraba el funcionamiento del direccionador de la nave, los zumbadianos estaban al parecer descansando o en alguna rutina suya que desconocemos, en la cual quedaban en un estado de inacción asombroso, y no respondían a los estímulos exteriores. Poco a poco nos dirigíamos sin rumbo definido por el profundo espacio exterior a una segura destrucción lejana de cualquier centro poblado de esta galaxia en la que estábamos. Pero algo falló, no se por que razón o causa pero lo último que recuerdo es ver aproximándose a mi una llama inmensa color dorada-rojiza pero que no ofrecía calor alguno y luego recuperé la postommnia (conciencia para los terrestres) a la orilla de una gran masa de bióxido de hidrógeno, algo que ustedes llaman lago.

Mis recuerdos posteriores son de unos seres pequeños, parecidos a las crías de arodipanos de pocas estrellas-años que me halaban de mis extremidades y me alejaban del lago. Creo que son familiares tuyos terrícola, y les debo el haber sobrevivido, luego recuerdo haberme sumido en otro episodio de omnia y al despertar me ofrecías un brebaje muy reconfortante aunque tenia temor al principio de que me hicieras daño. Hasta hoy no se nada de mi planeta, mis compañeros, mi familia, no sé nada de la nave ni tampoco de los zumbadianos...esto me preocupa, aunque contigo estoy bien y no siento "cujur" (dolor).

Soy Kamangel Dimar llamando a ARoDIPA-589 ¿Están allí?...

Imágenes de dominio público bajo licencia CC0 de Creative Commons.

Autor del relato: Alex Díaz @humoalex.

Crea contenidos, haz comunidad y usa el respaldo que dan los geniales equipos curadores que apoyan a la familia hispanohablante de Steemit. Anímate, engrandece esta comunidad con tu aporte!!