Historias cortas: La luna del Cazador

¡Hola gente!

 Como les contaba en el primer post (el de #introduceyourself) aquí les traigo la primera de muchas historias que he venido desarrollando a lo largo de mas o menos tres años.

Esta va de genero suspenso/terror, gracias a que hace mucho tiempo me topé con los libros y escritos de autores de renombre, tipo H.P.Lovecraft, Stephen King, Edgar Allan Poe y muchos otros y bueh... el que los ha leído sabe que luego de uno, no se para hasta el siguiente jajajaja. Así pues, quise probar y practicar en este genero.

 Les invito (¡hasta les ruego!) a que comenten, hagan criticas sin abstenerse de nada ( pero no sean muy crueles, que soy un extremo novato en esto y de verdad deseo aprender), compartan con otros lectores y me apoyen con sus votos para continuar con esta locura en la que me he metido!.

 Pronto publicaré la parte 1 de esta historia, pero por ahora, les dejo un pequeño prologo para que se hagan una idea de que va esto. Espero lo disfruten y sea de su agrado! 

                                                                                   

                                   Historias cortas I: La luna del Cazador           

                                                                  Prologo

 "Hay algo al otro lado de la puerta.
Rasga y rasga, no para. No para.
Me pediste ser fuerte, seré fuerte, no lloraré.
Ayúdame, ayúdame, papi, no me dejes sola."  

   Dejó la nota a un lado de la mesita de caoba, junto a la pequeña cama de Emily Brown mientras miraba con atención a la luz del fueguito de una vela encendida, pegada a un platico de aluminio que tomó de la cocina, en la planta baja.  Olisqueó el aire, rebuscó entre el desorden de ropas de niña y astillas de madera de una esquina, maldijo en voz baja.  

  Apagó la vela y cerró los ojos en un intento de agudizar el oído. Solo escuchó el viento y el golpeteo de las ramas en la ventana entreabierta. Se acercó y echó un vistazo a las tejas de afuera; estaban removidas.  

«No estaba al otro lado de la puerta» pensó. 

   Salió de la habitación, bajó las escaleras, cruzó el recibidor hasta la puerta. Afuera, una mujer sollozaba. Un hombre de edad avanzada le salió al encuentro. No hizo preguntas, no hacían falta las palabras, las veía en su mirada.  

«¿Hay esperanza?» decía aquella mirada. 

«No» pensó el enmudecido investigador «Pero sí que habrá venganza»