Hay que educar más sobre AUTISMO
Al hablar de educación muchos piensan en formación académica, pero este término tiene muchas implicaciones. Educación se enlaza con formación familiar, de donde se deriva la ciudadanía y esto a su vez conlleva a una armonía social.
Resulta claro que esta armonía social no podría conseguirse si se excluye a un grupo de personas, y es el caso de los llamados autistas, que sin querer o queriendo, poco se ha dicho de ellos, destinándolos a un mundo solitario y definitivo. Lamentablemente muchas personas tienen dentro de sus familias miembros que presentan esta condición y no lo saben, es por ello que se hace urgente la difusión de toda información sobre el autismo, para el mejor manejo de los pacientes.
Es asombroso el desconocimiento, casi total, sobre el Autismo por parte de padres y hasta docentes que laboran con niños en edad preescolar, educación primaria y secundaria. Esto garantiza el incorrecto manejo y trato hacia estas personas especiales, que como bien es cierto, merecen y necesitan un trato también especial. En la actualidad existen en las aulas de clases, niños y adolescentes autistas que no han sido diagnosticados y por lo tanto, son forzados a seguir el ritmo académico exigido, ignorando que se le causa un grave daño al paciente.
Entre estos daños, está el complejo, inseguridad, temor, rechazo a las labores académicas y hasta el resentimiento hacia los que les causan presión psicológica. Esto se menciona debido, a que muchos creen que los autistas son personas aisladas completamente del mundo real y no es así, existen varios niveles de autismo que indican el grado de entendimiento del sujeto. Es por esto, que muchos pueden realizar estudios e incluso universitarios sin mayores inconvenientes, pero que aprenden a vivir aún con las incomprensiones de la mayoría de la sociedad.
Los llamados autistas, pertenecen a un grupo amplio, que han llegado a sorprender a muchos, pero también el rechazo ha logrado intimidarlos aún más, pues son tímidos y poco sociables, causando daños severos en su psiquis.
Por esto, es urgente el conocimiento sobre los autistas, para involucrar a padres e hijos, sin causar perjuicios en estos seres únicos, por su nobleza y ternura. Hay que explorar el lado hermoso de estas personas y convertirlos en individuos activos de la sociedad. Hay mucho que aprender de los autistas, esta población es capaz de sensibilizar e instruir a los que se hacen llamar “normales”.
Cabe mencionar, que al instruir a la colectividad, el diagnóstico por parte de los especialistas en autismo sería facilitado, garantizando una mejor calidad de vida para quienes presenten esta característica y para el grupo familiar donde se desenvuelvan. Sobre el autismo hay mucha tela que cortar, más de lo que se pueda imaginar. Y es que el autismo va asociado generalmente con algún problema de retardo mental o cualquier desorden neurológico, y suele confundirse el tratamiento requerido, porque en este caso hay que entender y asociar ambas condiciones para poder ayudar al paciente.
De igual modo, para los padres no resulta fácil aceptar que tienen un hijo autista requiriendo, en muchos casos, ayuda psicológica, ya que por desconocimiento de esta condición piensan que sus hijos serán una carga por el resto de sus días. Esta equivocada concepción sobre los autistas hay que barrerla educando con mayor énfasis sobre el autismo.
Al considerar a esta población especial, las probabilidades de vida de estas personas aumentarían, porque lamentablemente por desconocimiento muchos son víctimas de maltratos que han concluido con la muerte. El maltrato psicológico, físico y sexual, han generado muchos decesos en la colectividad.
En ocasiones, a las personas que presentan algún nivel de autismo, no se les tienen la paciencia o tolerancia necesaria de sus acciones. Es así, como padres y demás familiares incurren en cualquier tipo de abuso con estos seres necesitados de cariño y calor familiar, pero en contraste, reciben acciones mal sanas para cualquier persona.
Entre tantas razones, los autistas han sido, por largo tiempo, recipiente de tratos equivocados causando un gran sufrimiento en ellos. Todo esto, hace reflexionar en lo injusto de la vida para estos seres humanos que no entienden la agresión de la que son objeto. Los autistas carecen de malicia, y muchas veces no captan la maldad en los semejantes. Su inocencia les ha costado múltiples abusos.
A fin, de acabar con esta grave situación, se recalca la propuesta de educar sobre este tema para el conocimiento total de esta forma de vida. La utilización de los medios audiovisuales y demás medios de comunicación masiva minimizará la ignorancia sobre este capítulo de la vida humana, resultando beneficioso para la propia población autista.
El Autismo puede estar presente en cualquier individuo e incluso en profesionales funcionales de la sociedad.