Yendo  de  cabeza  hacia  la  niebla.

Desde el cuento de hadas presentado sintiéndose más agudo,
Dudo que recuerdes el color de mi cabello.
Ya veo: por encima de los tejados de las chozas,
En la naturaleza caminando.

Vapor sobre tu alma.
Como una alfombra de vacaciones persa,
Conducen canciones, cantan bailes redondos.
Y vagamos por los laberintos.

Saqué entradas desafortunadas
¿Para roer menos pena?
Para sumergirnos en el mar
En la mano del cirujano, el cuchillo da tiempo.

Olvidando todo en el mundo.
Para nuestro corazón ese argumento
Como todo lo que dormía, ka todo lo que comía.
Para no tirar de la goma en vano...

Donde canta con gracia la bailarina.
Recoge las astillas, rápido.
En un mes, morirá de nuevo.
Señor de la noche.

¿Qué pasará después? ¿Vendrá mañana?
Y hacer frente a burro de inauguración de la casa.
Mañana volverá a la vida.
Y dejar que los centauros caminen sobre él.