La Religión como Control Social

El ser humano, por naturaleza, tiende a sentir la necesidad de creer en un ser superior con poderes ilimitados, en una fuerza sobrenatural que observa desde lo más alto. Las religiones han sido creadas por los hombres aprovechando esta situación e inculcando a sus seguidores un conjunto de creencias, principios y valores, cuyo fin último es el Control Social destinado a mantener el orden establecido en la sociedad.

Las personas pueden burlarse de una autoridad terrenal pero no de una autoridad espiritual. Por ello las religiones inculcan en sus seguidores el temor a ese ser superior llamado Dios, o a varios dioses si la religión es politeísta. Entonces, ese Dios controla todos los actos y pensamientos del individuo, obligándole a mantener una conducta que se ajuste a las normas religiosas.

Las doctrinas religiosas suelen incluir costumbres, prejuicios, normas y sanciones dentro de la organización religiosa, o castigos ejecutados directamente por su Dios. El individuo siente estar siendo controlado en todos los aspectos de su vida e incluso en su modo de pensar.