EL DIARIO DE SALVADOR SNOW.
En esta sociedad, solo existe una profesión. Durante años se debatió en secreto, a escondidas del parlamento y con la presencia de los ministros más radicales y fieles a la causa, la instauración de un solo sistema de formación humana, que elevase a las personas a un nivel de superioridad absoluta como ser social, donde el cerebro sea expuesto a todo su porcentaje funcional, para que de esta manera los hombres y mujeres de la patria, sean servidores hábiles a sus raíces. Las cuales han de defender como su propia vida, pues esta y la patria son una misma cosa. La instrucción no es una opción, se conoce como un derecho, pero se percibe como una obligación. La iniciación se da a los primeros siete años de edad; antes de eso, "la sonrisa de los niños debe oírse por todas las calles" según profesa el discurso del Máximo Contralor. Con esto se refiere a que "la diversión y el sano esparcimiento están garantizados en los planes sociales" como se lee en el libro de los victoriosos "Las Reglas del Nuevo Sistema" por su nombre oficial, pues es La Contraloría Principal quien debe, a través de sus subdelegaciones, ejecutar proyectos de infraestructura y servicios sociales con el fin de brindarles a los hijos de la patria, la niñez que se merecen: Hectáreas y hectáreas de pequeñas, medianas y grandes edificaciones llamadas Institutos; fácilmente puede anticiparse que se está cerca de uno, por esas monótonas canciones a la patria que se oyen desde su interior.