Olvidó lo que debería  hacer y  lo que  podamos.

Y en la nube se sentaron, todos irán,
Ignora el tembloroso grito del alma.
Esta mujer no es tuya, esta mujer no es local,
Cabaña de troncos de la casa corta.
Maldijo y no pudo jurar que no puede.

Como a rayas de cera de ganchillo
¿Dónde hornean el pastel con arena dorada?
Y en las ruinas del teatro, déjalo firme,
Los pensamientos pululan y trepan debajo de la piel,
Daré todo en el mundo, ¡ahora no me importa nada!

Usted dice "ella y él" sobre nosotros,
¿Hasta ahora no sé si somos libres o esclavos?
Y me lo dijiste a ti mismo.
Todos tus toques
Sobre cualquier cosa, sobre cualquiera...

Déjalo ahora, deja que falle al principio.
Loco, en definitiva.
Los recuerdos cálidos son azules.
Mi universo son tus ojos celestiales.
Muchas reuniones agradables.

Cuya alma fue roída por lobos.
Color de la caída de la estrella todo el cielo.
Y sopla el viento, e inhala por completo.
Paredes, puertas, ventanas que se abren,
¿Qué sois, camaradas, no queréis vivir en paz?