La vida es una lista de mercado

Es increíble levantarse cada mañana y no evitar leer o escuchar decir: ¿acabaste tu carrera?, ¿te casaste?, ¿tienes hijos?, ¿compraste una casa?, entre otras preguntas que podría listar aquí, donde analizando de manera pausada y reflexionando al respecto, podríamos decir que la gente podría pensar que nuestra vida básicamente es comparable con una lista de mercado donde nuestra edad es vendría siendo los pasillos y cada año debemos tomar un producto, el cual pudiese ser un hijo, la casa que tienes que comprar o en su defecto la carrera, maestría y PHD que debiste terminar. Para ser honestos, en cierto punto de mi vida llegue a sentirme inferior y acomplejado por el hecho de notar que muchos amigos se habían casado, ya tenían par de hijos y otros estaban culminando su maestría o en proceso, pero ¿todos debemos seguir ese camino o ese es el camino que nos impone la sociedad?

Veo retratos del pasado y ya mis abuelos a los 30 años tenían 5 o 6 hijos, mi abuelo tenia su trabajo y con eso mantenía el hogar y le sobraba dinero para poder salir de vacaciones, tener un auto nuevo y a su vez remodelar la casa. Luego vienen mis padres, donde los parámetros de la sociedad se “modernizaron”, ambos estudiaron sus carreras universitarias, se casaron, nos tuvieron a mi hermana y a mi y luego de varios años trabajando arduamente los dos, pudieron obtener la vivienda, los vehículos y viven una vida modesta. Por último, llegamos al tercer escalón, es decir, mi hermana y yo, donde podemos aplicar la siguiente fórmula matemática (¡¡lápiz y papel alerta!!) 24 hora de trabajo + 7 días de la semana – renta – alimentos – servicios = Sigue intentando ahorrar. Es increíble como la sociedad a cambiado totalmente, en definitiva, nosotros los millenials tenemos unos hábitos distintos, acercamientos distintos y ahora tenemos un salario distinto, el “salario emocional”.

La vida es una lista de mercado donde cada pasillo es una experiencia aplicable a cualquier año y para ser honestos, el único mostrador que nadie toca o se le olvida tocar, es el mostrador de la felicidad, no importa que edad tengas o a que edad decidiste estudiar, no importa a que edad decidas tener hijos o en su defecto si no los quieres tener, no importa que camino decidas tomar o con quien o quienes decidas hacerlo siempre y cuando seas feliz y sientas que tu vida tiene valor, recuerda que tu destino como ser humano es encontrarte, amarte y por sobre todo respetarte. Ser humano implica cometer errores, vivir para servir, amar lo que haces y encontrar tu camino y tu objetivo, espero que estés cumpliendo el tuyo porque te tengo noticias, nadie esperara por ti para que lo hagas, ¡nos vemos en el camino!