No, no nos conocimos por Tinder

in #lesbian5 years ago (edited)

Un nuevo día, un nuevo inicio. O por lo menos eso espero… Mientras escribo esto, estoy sentada en la cama del estudio de mi pareja en el 16éme arrondissement de Paris. Mi pareja actual, no es la misma pareja “franchuta” a la que hace precisa y exactamente un año le decía que era “annszibf”.

Jaja okok
¿Hablamos más tarde entonces?

Ok baby
Emoji de besito

Emoji de besito
Eres marbst
Smsxoung
Maravillosa
más emojis de besitos

La explicación a esa redacción de aparente borracha, se debe a que la susodicha en cuestión, me escribía en la madrugada, – por lo menos para mí, que me encontraba en ese entonces en Santiago de Chile con una diferencia de por lo menos 5 horas – momento en el que normalmente comenzábamos nuestros intercambios que se extendían durante el resto de la jornada.

Una vez más me encontraba en otra relación a distancia con una persona que tenía todos los ingredientes de mi receta de “amors” favorita: Le desastré aux Larmes. Entre los ingredientes tenemos: conocerse por una aplicación móvil, barreras de lenguaje, DISTANCIA, una persona que no quiere/no sabe cómo asumir su orientación sexual y otros aliños que ambas poníamos en la olla, como inseguridad, miedo, no saber cómo comunicar, etc.

“Pero María Verónica, ¿por qué eres así?”

Muchas veces mis amigos me dicen (más bien sorprendidos) que doy consejos muy buenos y acertados. Soy una persona que pasa la mayor parte del tiempo haciendo el ridículo y tirando chistes sarcásticos que suelen meterme en problemas (Hello, “término de relación laboral” con… importante cadena de retail), por lo que nadie espera que digas algo serio la mayor parte del tiempo.

Me describiría como una soñadora realista, ingenua, pesimista, pero que a pesar de todo quiere creer. Quiere creer en las buenas intenciones de las personas, y en que si te esfuerzas lo suficiente y pones tu corazón en lo que haces, eres imparable. Pero la verdad es que vivimos en un mundo de mierda en el que no bastan las buenas intenciones y el esfuerzo.

A pesar de ello, creo que si más gente pusiera un poquito más de esfuerzo en ver el lado lindo de las cosas, por lo menos no nos amargaríamos con tanta facilidad, lo que podría suponer resultados más positivos en las cosas que hacemos. Pero bueno, antes de seguir divagando (que como van a ver, se me da muy bien), creo que lo que quiero expresar con todo esto es que tengo pensamientos desordenados y un gran corazón. Con paredes de concreto con vidrio picado en el borde (barrio style) para que nadie se acerque.

Entre mis conocidos tengo la fama de ser un poco “Tinder Queen”. Eso no quiere decir que vaya de cita en cita de manera crónica tratando de encontrar al amor de mi vida, pero sí que tenga la costumbre de interactuar a través de una pantallita. Como buena millenial, formo parte de esa cosecha con tendencia a ser socialmente inepta cuando se trata de conocer gente con fines no platónicos.

Para rematar, ser una lesbiana que no tiene la pinta que se espera típicamente de una lesbiana – cosa que gracias a Yisus, ¡está cambiando! – no ayuda mucho a ser “detectada” por otras mujeres que comparten mi mismo amor por otras mujeres.

Lo mismo es cierto a la inversa: se me hace totalmente imposible detectar a otras lesbianas. En el mundo lésbico es sabido que no es precisamente una idea espectacular “meterse” con alguien que no tiene el rollo claro o que está experimentando. Es parte de esa receta del desastre que ya saben que me encanta. Por lo tanto, cuando juntas la incapacidad de encontrar a otras jugadoras de tu equipo y el ser propensa a mujeres típicamente muy femeninas, nos encontramos con una María Verónica a la que siempre le atrae la hetero de la fiesta.

Sin profundizar mucho en las otras tantas anécdotas que me he ganado con esa inclinación por fijarme en quién no debo, destacaré porqué he recurrido al uso de Tinder y otras apps destinadas a encontrar tu otra mitad. O por lo menos el polvo de la semana (¿o el día?).

Para los que no viven en una relación feliz y estable desde que salieron de la universidad, y ya están esperando una bendición o por lo menos, conviven y disfrutan de las mañanas con café con sus honey bunnies, las aplicaciones móviles como Tinder ofrecen un catálogo muy diferente al catálogo del novios de Falabella de la parejita feliz; en éstos, nuestros más frívolos y superficiales deseos nos hacen deslizar el dedo a la derecha o a la izquierda en busca del maniquí perfecto de nuestros sueños húmedos. Aunque no todo el mundo piensa así… Al parecer, hay gente que usa Tinder para encontrar a alguien con sustancia de buenas a primeras.

Por mi lado, admitiré con simpleza que soy parte del primer grupo que se enfoca inicialmente en lo externo. Al fin y al cabo, no podré saber con una foto si el objeto de mis deseos es una reguetonera cuyo libro favorito es 50 Sombras de Grey o Crepúsculo.

Bueno, igual y sí, no sé.

Mi inutilidad para conocer gente in rial laif (mundo real), ha resultado en una pseudo-adicción al uso de aplicaciones que me facilitan la vida al momento de conocer mujeres. Tengo la libertad y comodidad de escoger entre una plétora de chicas lindas a las que también les gustan las chicas. ¡Soñado! … Si tan sólo.

Resulta que a las “chicas lindas” de Tinder y otras aplicaciones (ojo, en mi opinión personal) las podemos seccionar de la siguiente forma:

Mi afán por creer que sí se puede, ha resultado en interacción con todos estos seres, siendo yo misma parte del “lesbiana no disponible emocionalmente” de vez en cuando.

Ahora, con todas las explicaciones básicas ya dadas y en esfuerzos de no seguir yéndome por las ramas, continuaré con el propósito inicial de este texto: la historia con la Franchuta.

Cada vez que cuento esta historia, considero relevante relatar mi situación personal y profesional al momento que decidí entablar conversación con mi querida Frenchie.

La-Empresa-Que-No-Debe-Ser-Nombrada

¿Recuerdan que hablaba de cierta desvinculación laboral, en parte ocasionada por mi carácter? Retomando esa historia, retrocederemos a unos cuantos meses antes de hacer match con “Sophie”.

En la “Importante-Empresa-De-Retail”, lideraba equipos, o por lo menos, trataba de hacerlo. Resulta que lidiar con equipos jóvenes requiere la paciencia de una profesora de kindergarten. Benditas sean ellas.

Mis esfuerzos constantes probaron no satisfacer las expectativas; el estrés y un ambiente malsano se convirtieron en una fuente interminable de malestar psicológico y físico, por lo que mis superiores vieron necesario llevar a cabo varias reuniones en el plazo de apróximadamente un mes y medio para tratar de encontrar una solución.

Entiéndase que el tener que esperar días y semanas para saber qué sería de mi futuro, significaba que no pegaba un ojo en la noche y que cada vez me veía más demacrada; el acné abundaba, se me caía el pelo, la falta de sueño, deporte, y malos hábitos alimenticios me hicieron subir de peso. Además, después de pasar meses entregándole mi vida a la secta empresa, hizo que me distanciara de mi familia y amigos. En general, era miserable y se notaba bastante.

Un buen jueves de septiembre, mientras esperaba en casa ansiosamente a la hora del almuerzo, se me ocurrió “Tinderear” un rato para distraerme. Ese día tendría una importante reunión con dos de mis superiores para poder conversar en un ambiente “relajado” (¡relajado mis polainas!).

Como cosa rara, no había nada en Tinder para hacerme pasar el rato, así que desenpolvé la versión lesbionic de Tinder – que casi nadie usa en Santiago – Her. Mientras pasaba de foto en foto, viendo los perfiles con los que ya estaba familiarizada (siempre eran los mismos), saltó a mi vista un perfil nuevo:

“Hmm, exótico… Ese nombre parece francés. No me convencen mucho las fotos, pero ¡plomo, papaw!”

Sin esperar mucho, le di click al corazoncito. Pensaba que era alguna vieja aburrida que nunca iba a responder. ¡Ay! Siempre tan necia, María Verónica…

Hola Steemers! Cuéntenme si les gustaría leer más sobre esta historia. Perdonen el formato, es la primera vez que posteo por acá. Gracias por leerme y espero ansiosa sus comentarios!!

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