Aunque hablar de mí me causa bastante incomodidad, visto que en Steemit es costumbre empezar como autor hablando de uno mismo en un post de presentación, voy a cumplir con el trámite lo mejor que pueda.

Comenzaré apuntando unos datos básicos para que podáis haceros una idea. Me llamo Juan Carlos, soy español, ya no cumpliré el medio siglo, y trabajo principalmente como redactor, aunque en realidad puedo hacer bastantes cosas más. De hecho soy un poco hombre orquesta, porque me interesa el diseño, el marketing digital, y casi todo lo que tenga algo que ver con internet.

Tengo una pasión por aprender que, afortunadamente, no se ha frenado con el paso del tiempo, y que hace que pueda hablar de muchos temas y muy variados, lo cual no se si será bueno o no, porque todavía soy demasiado nuevo en Steemit para saber bien como funciona.

En cualquier caso mi intención es la de aportar contenido valioso a esta comunidad. No sé si terminaré centrándome en un nicho concreto, hablando de muchas cosas distintas que me apetezca compartir o haciendo reflexiones sobre la vida (es lo que tiene estar ya en modo viejuno). El tiempo dirá.

Bueno, me acabo de dar cuenta que aún no habéis visto mi careto. Aquí está.

Todo empezó 20 años atrás

Como decía, todo lo relacionado de un modo u otro con internet me apasiona. Pero no podéis olvidar que durante más de la mitad de mi vida este invento no fue parte de mi día a día.

La primera vez que oí hablar de Internet fue en un noticiero de la televisión, debe hacer como más de 20 años. Entonces lo llamaban “Autopistas de la información”, término que, visto lo visto, no tuvo mucho éxito, pero ya entonces, incluso sin entender muy bien en qué consistía, me pareció que aquello estaba destinado a cambiar el mundo.

Así que me compré un libro para tratar de entenderlo mejor y tomar conciencia de las posibilidades que se abrían y de inmediato quedé seducido de por vida por el mundo online.

Esto, para los lectores más jóvenes, puede resultar dificil de entender. Pero hubo un tiempo en que hablar con alguien en otro continente requería hacer una llamada telefónica carísima con un sonido tremendamente lejano. La sensación era que el mundo resultaba un lugar mucho más grande de lo que nos parece hoy,

A modo de anécdota os contaré mi primera vez en internet. (momento abuelo cebolleta)

Absolutamente ignorante de todo como era en ese momento, me senté, en una silla ante el ordenador de un ciber café, y pedí al chico encargado del local que me ayudase.

“¿Es tu primera vez?” - me preguntó. A lo que respondí afirmativamente, con una sonrisa mezcla de excitación y timidez.

Allí estaba yo, expectante y preparado para ver como aquel muchacho se disponía a hacer poco menos que una operación de tecnología digna de un ingeniero de la NASA para conectarse a internet,.

Podéis imaginar mi sorpresa cuando ,después de coger el ratón y hacer clic en el icono de Internet Explorer, me soltó un escueto

"Ya está"

¿¡¡What the F**k??! - pensé- ¿O sea que para “navegar” en aquello tan revolucionario sólo hacía falta un click de ratón?

Aquel día empecé a descubrir que muchas de las cosas que a primera vista parecen muy complicadas, resultan más fáciles de lo que imaginamos. Y a la inversa. Muchas de las cosas que creemos que cualquiera puede hacer, tienen un grado de complejidad mucho mayor de lo que suponemos.

Volviendo al tema, que me pierdo.

Porqué me autocalifico de criptobeliever

Os cuento todo esto porque desde hace algo más de un mes, me puse a investigar sobre las criptomonedas y la tecnología blockchain.

Por supuesto, no era la primera vez que oía hablar de todo esto, pero sí que era la primera que me lo tomaba realmente en serio.

De hecho en 2012 pregunté a un amigo programador por qué negocio creía que pudiese tener un futuro lucrativo y su respuesta fue “Minar Bitcoins” (Como os podéis imaginar, no lo hice y desde hace unas semanas esas palabras resuenan en mi cabeza con más frecuencia de lo que me gustaría).

Pero los increíbles beneficios obtenidos a finales de 2017 por Bitcoin centraron la atención de los medios generalistas y reavivaron mi curiosidad.

Desde entonces, cada día devoro tanta información como puedo sobre criptomonedas, blockchain, y sus posibles aplicaciones de cara al futuro.

Y tengo que confesar que, aunque en muchos casos hay conceptos que me resultan tan abstractos y difíciles de comprender como en su momento me ocurría con internet, la experiencia vivida en el uso de la red de redes, y su generalización a nivel mundial me hace tener grandes esperanzas de que algún día, todo este mundo que hoy se presenta tan complejo y enmarañado resulte mucho más intuitivo y amigable.

Con Blockchain me ha sucedido como con internet. No he necesitado más que unas semanas asimilando información, para tomar conciencia de que estamos ante un nuevo cambio gigantesco que no somos capaces de intuir en toda su dimensión.

...Y de repente, llegó Steemit

Cuando ante la magnitud de este descubrimiento ya creía que mi excitación por este nuevo mundo no podía ser mayor, me encuentro con que existe una plataforma llamada Steemit.

La idea de mezclar criptomonedas y creación de riqueza con la escritura y la creación de contenidos en un entorno de red social me pareció increíble. Revolucionaria.

De hecho para muchas personas ya ha demostrado serlo, cambiando su situación económica de forma drástica con algo tan simple como ponerse delante de una pantalla y expresar sus ideas al mundo.

Creo firmemente que estamos ante algo que va a cambiar el mundo de manera insospechada, y que nos esperan años asombrosos. Siento que se me ha revelado algo que permanece ajeno al 95% de la población mundial, y me siento un privilegiado por ello.

Ahí fuera hay centenares, miles de millones de personas que no han oído hablar de blockchain.

No son capaces si quiera de saber que su mundo cambiará totalmente en 20 o 30 años.

Ignoran que estamos en el proceso de construir una sociedad distinta a cualquiera que haya existido en la historia de la humanidad.

Una sociedad en la que por primera vez, ni el poder ni los recursos estarán en manos de unos pocos, sino de todos.

Pero no todo es color de rosa. Como decía Spiderman,“Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.

La sociedad del futuro que se organice en torno a la tecnología blockchain será responsabilidad de cada uno de nosotros.

No. Ya no podremos echar la culpa a los poderosos. De nosotros, y sólo de nosotros será la responsabilidad de como funcionen cada una de las redes en las que nos involucremos.

Sí, lo admito. Me he convertido en un criptocreyente convencido. Un criptobeliever

Y por eso desde hoy quiero poner mi granito de arena en construir esa nueva sociedad del futuro, dando lo mejor de mí en los contenidos que comparta en Steemit.

Así que aquí empieza el camino. Si crees que te puede resultar interesante mi aportación, te invito a seguirme.

https://steemit.com/@xuancar