INDIA

Para comenzar un poco más en esta red, quiero compartir con ustedes un trabajo que realicé de ¡DESTINOS!

INDIA
Sus alrededores frondosos y verdes, las calles repletas de personas hasta más no poder y el “Delhi Belly” es lo primero que pensamos al hablar del país de Dios, La India.
Sin embargo, la nación asiática es mucho más que todas las ideas que nos puede pasar por la mente. Sus incontables atractivos, la convierten en todo un paraíso, en la que no puede faltar en la lista de cualquier aventurero.
Siempre se ha dicho que para entender a profundidad algo, se debe empezar por la cabeza. ¿Y qué mejor manera que encontrarle lógica a La India desde su capital? Nueva Delhi, una ciudad intensa que debes descubrir con calma.
Algunos llegan a definirla como la metrópoli del caos; por su estruendo, desorganización y sobrepoblación. Pero... que dentro de tanto desastre a simple vista, hay grandes fascinaciones en las que solo te tienes que dejar llevar.
Tres, cuatro días o una semana bien administrada, pueden convertirte en todo un turista experimentado. Solo debes decidir por los sitios más estratégicos, llevar ganas de aprovechar lo más que puedas, e intentar acostumbrarte a su ritmo.
20 kilómetros la separan del aeropuerto internacional Indira Gandhi. Por lo tanto, las opciones de encontrar algún transporte no son escasas. Autobuses, taxis, y metro pueden ser alternativas más económicas para trasladarse. No obstante, si quieres realmente vivir una experiencia única; los populares tuktuk, ciclorickshaws, o el alquiler de una moto es perfecto.
Todo dependerá del horario en el que te quieras movilizar, lo tan arriesgado que seas, y por supuesto, de cuánto estás disponiendo, y cuánto estás dispuesto a cancelar.
Y hablando de “cash”, pues la vida en Nueva Delhi no es para nada excesiva en costo. La economía del país asiático se ajusta a cualquier bolsillo.
Únicamente necesitas estar atento, sin dejarte engañar y sin pena alguna de negociar por un precio justo a la hora de comprar en cualquier mercado o bazar.
En cuanto a los platos, unos Thali, Pakors, Samosas o Lassi. Pueden transformar ese deleite de sabores, en un recuerdo latente cuando vuelvas a casa. Aunque, quizás la comida de los vendedores ambulantes no se vean muy apetecibles y no te atrevas a degustarlos. Por eso, se aconseja que se compre donde la realicen en el instante.