Mi primer Yo...

Les cuento que me gradué de periodista porque me gustaba descubrir la verdad de las cosas y lograr la justicia social. Además, era muy creativo y disfrutaba escribir. Mi experiencia laboral la ocupé en el área institucional, a pesar que la mención en que me gradué fue la Audiovisual. Quizás por ello, nunca estuve en un puesto en el que me hallara totalmente cómodo o feliz, pues no tenía que inventar nada, no había ficciones. Pronto entendí que mi nombre era una firma y tenía que ser una de las buenas, por eso en todo momento fui un profesional y en cada lugar hice algo para que mi presencia destacara.

Sabía que nadie era indispensable, pero hay personas que uno siempre recuerda.

Fue la única #foto que no se me borró de aquellas que tomé

En el año 2010, en la vaguada ocurrida en Higuerote (ciudad del estado Miranda en Venezuela), cuando trabajaba como periodista para el Instituto Nacional de Espacios Acuáticos (Inea), acompañé a los Bomberos Marinos por el centro de la inundada ciudad para reseñar los rescates que ellos hacían trasladando a personas que quedaron flotando en sus casas o a la deriva. Yo no debía poner en riesgo mi integridad, ni la de la cámara, sin embargo, me la llevé y terminé con el agua putrefacta y acumulada de las lluvias hasta mis hombros

yo caminaba cual Estatua de la Libertad para que no se dañara la Nikon que cargaba.

Las fotos quedaron muy buenas, todos me felicitaron y se asombraron, solo había ido a escribir la nota de prensa y en cambio, por ese día, terminé siendo el fotógrafo oficial de los damnificados. Para la época, tenía conflictos con la institución por la línea pro gobierno que manejaban. Una semana después, por esa diferencia, yo estaba entregando mi renuncia.

Luego, pasé muchísimo tiempo desempleado, lapso que aproveché para escribir un poemario (que no he publicado), completar otros textos y crear reflexiones que poco a poco iré subiendo por este medio. Durante esa época no ganaba nada de dinero, pero disfrutaba mucho crear historias en versos y prosas.

En el año 2017, cuando ocupaba el cargo de Director de Prensa de una institución policial. Muchos en la organización pensaban que yo era el fotógrafo, pues me la pasaba tomando las fotos en diferentes pautas, a los delincuentes, a los carros recuperados, a las armas incautadas, drogas, en fin, a todo.

A la par de ello, también escribí sobre temas para llamar la atención de la sociedad por los problemas que afrontaban los funcionarios, sus salarios, sus muertes y cómo vivían en medio de uno de los países más violentos del mundo.

Las veces que entraba a los calabozos donde estaban albergados los presos, tuve que hacerlos posar para las fotos, ya que por cuestiones de la ley de mi país no se podían mostrar sus rostros. Estuve allí en varias ocasiones, una de las cuales vi sus talentos en el Origami, otras tantas para exhibir el hacinamiento y un par de veces más para acompañar a medios nacionales e intencionales que querían reseñar la vida en estos centros transitorios.

De alguna manera u otra, la fotografía me llenaba de paz, bien fuese un paisaje o una pauta. Ver la cara de sorpresa de la gente cuando se lograba una “fotaza” me alentaba, lo mismo ocurría cuando un escrito gustaba, alegraba o conmovía. A pesar de eso, no veía ninguna de estas dos facetas como una razón comercial para emprender. Luego cambié de opinión. Me dije que quería tener un trabajo que, si no me generaba los ingresos que deseaba, me daría tranquilidad y ayudaría a hacer cosas que sí disfrutaría plenamente, como escribir, tomar fotos o hacer videos.

Mi otro Yo...

De ese empleo que les acabo de contar me sacaron por razones políticas. Como el Gobernador ya no era oficialista, me hicieron renunciar, pero no hubiese podido trabajar con esa tolda, así que de todas maneras me hubiese ido.

Entonces, entre los problemas migratorios de Venezuela, los políticos, la grave crisis económica, la inseguridad, los malos salarios, sin transporte público, el dinero en efectivo y muchas más cosas que podría añadir a la lista, decidí que con la devaluada liquidación que me dieron en ese trabajo compraría una cámara usada y lo hice. Me tocaba ahora investigar y adaptarme a algo que ya hacía pero de lo que no tenía todos los conocimientos.

Solo debes ver el mundo de forma diferente

En mis últimos dos empleos era quien corregía los videos, los diseños y las fotos. Fui muy meticuloso con cada detalle y hasta pasaba por ser fastidioso por lo perfeccionista. Ahora tenía que aprender a usar adecuadamente la cámara y también el programa de edición de fotos y videos. Y lo hice, aprendí cada cosa.

Línea de ropa con aspirantes a #MissVenezuela

En eso ando, todavía aprendiendo por mi cuenta. Pasé de tomar fotos en aguas putrefactas, de retratar a los criminales más peligrosos de mi país y de lanzarme al piso para capturar algo común para hacerlo ver diferente, a estar en eventos de moda, en sesiones urbanas, fotos familiares de vacaciones, en bodas y en definitiva a estar presente en los mejores momentos de las personas. Había pasado de estar en las miserias de algunos a estar en las alegrías y triunfos de otros.

Fotos Urbanas en #SanAntoniodeLosAltos

Y claro, sigo escribiendo textos, hasta letras de canciones, reflexiones, frases, entre otras cosas. Aunque reconozco que ya no tanto como antes, pero sé que lo retomaré. No se puede forzar a la musa, lo que sí puedo hacer es ir educándome sobre cómo mejorar cada día y tener mejor actitud hacia las oportunidades y a generar esas oportunidades, buscándolas.

Una de las formas de lograrlo es aprender por uno mismo. En lo particular, siempre he sido muy autodidacta. Por mi cuenta aprendí a jugar fútbol, voleibol, béisbol, a bailar, a ser Dj, a editar fotos y video, incluso a escribir, porque lo hacía desde antes de estudiar periodismo.

Miguel...

Él es quien llega mañana. Mezclará su pasión con propósitos mucho más claros. Sé que el haber renovado recientemente su actitud hacia una más positiva, y por su visualización optimista, su energía lo llevará a publicar un libro, a seguir escribiendo, a producir y realizar el video de una canción, a hacer una película, a redactar una obra de teatro, entre tantos planes.

También sé que seguirá practicando fútbol, como lo viene haciendo desde que tiene 6 años; tenis, como lo hace desde hace unos cuantos meses y voleibol, deporte que ha realizado desde que obtuvo su título de bachiller. No dejará tampoco el gym, ni el trekking y mucho menos su gusto por las películas de guerra.

En un futuro tendrá una buena esposa, un par de hijos y todavía seguirá empecinado porque haya justicia y que se sepa la verdad de las cosas, con el buen humor que lo caracteriza.

Espero haber dejado entrever un poco de lo que soy en esta presentación en la que conocieron a mi primer yo, que vive en el pasado, mi otro yo, que vive en el presente y a Miguel, que es a quien conocerán de ahora en adelante.

Saludos desde #Venezuela

No era mentira que me lanzaba al suelo para tomar una foto