Detrás de un escenario

Allí, detrás de un escenario, eres quien eres sin modificaciones, lo que tu corazón pide ser y lo que haz aprendido en el camino. Tus modales y tus creencias te definen y cada paso tiene la contundencia de tus palabras.

Los minutos antes de salir tu cuerpo es el mismo, quizá con un poco de maquillaje y a la suerte un disfraz que oculta aún más quien eres, ayudando a montar un nuevo personaje con ideas distintas a las tuyas, con pensamientos más toscos y con un ímpetu aún más repulsivo.

Cuando por fin sales, ya no eres tú en el escenario. La persona que está allí afuera va con todo y contra todos, tumbando el teatro, y quizás interrumpiendo los pensamientos de quienes visitan y van escuchar una mejor versión del elenco.

Pero al terminar la función, no puedes olvidar quien eres realmente, y dejar al personaje arriba del escenario es imprescindible para seguir con tu vida fuera de él.

No es facil quizás estar arriba de un escenario y volver y ser tu mismo, pero esta es la vida que haz elegido, o quizás ella te ha elegido a ti.