Cada vez que leo las historias de uds, me convenzo que estoy en el lugar indicado. La pasión que transmiten es contagiosa y me inspira a crear ese mundo fantástico que sueñan. Amelita tu escrito revela sin duda alguna donde reside el corazón y la mente maestra de la academia. Eres una mujer valiente, visionaria, trabajadora incansable y lo mejor de todo un ser humano muy espiritual. Estoy de acuerdo contigo con respecto a la comida, va más allá del mero acto de comer, es lo que representa; la reunión alrededor de una mesa donde se comparte y se disfruta con los seres queridos. Muy ameno tu relato, espero que pronto podamos organizar una comilona en la academia, a mi me encanta cocinar, asi que nomas diga y lo planeamos. Un abrazo.