La otra cara

Caminando por la carretera había olvidado que tenía espalda, ya no la sentía desde varias horas atrás, después del terrible dolor punzante que tenía cada vez que se echaba su maleta a la espalda, su bolso en el hombro, quería no pensar en el inclemente sol, el despiadado sol , en el hambre aunque su estomago protestaba cada dos minutos, en las piernas acalambradas, en la sed, el vértigo que le venia de vez en vez , no , no quería pensar, si lo hacia desmayaría ¿Y después que? la muerte así con todas sus letras, la muerte y no lo permitiría no. Aguerrida sacando fuerzas de donde no sabia continuo el paso, le dolía no su propia hambre, ni las quemaduras del sol, si no las lagrimas de hambre de su bebe que llevaba en brazos y no se detendría no, la desesperación en su casa la arrojo ahí, a ese momento y no volvería, no había vuelta atrás abrazando a su bebe acerco su cara a la de el ofreciendo consuelo, mezclando sus lagrimas con las de el, no se detendría, ni con los gritos de los coches que pasaban insultándolos, exigiendo regrese a su tierra y es que ellos no conocen la otra cara, de lo que la hizo llegar ahí, ni la fuerza de la esperanza de una vida mejor.