Viernes de Psicología | Síndrome de Ulises | por @yolvijrm

Un gran saludo a todos los Steemians de esta gran familia Steem Venezuela.

Hoy quiero unirme a la dinámica de todos los viernes, la cual nos invita a abordar temas relacionados con el área psicológica, a través de los temas propuestos. Esta semana es de temática libre, por lo que aprovecharé la oportunidad para hablarles del Síndrome de Ulises.

Es también conocido como el síndrome del emigrante con estrés crónico y múltiple, corresponde a un cuadro de duelo migratorio extremo, no un trastorno mental, que aparece en los inmigrantes que viven situaciones muy adversas (soledad, exclusión, miedo e indefensión). Es decir, es cuando los problemas que vive el migrante son muchos y se multiplican y además tienen una larga duración.

Los migrantes viven una realidad particular y sus problemas no son similares a los problemas de otras personas que no han salido de su lugar de origen. Es por esto que el tema de la salud mental del migrante debe ser abordado desde un punto de vista diferente.

El nombre de este síndrome, esta inspirado en el héroe mítico Ulises, que Homero recrea en la Odisea el cual vivió innumerables adversidades y peligros lejos de sus seres queridos.

Es importante indicar que desde el punto de vista psicológico, se considera que la migración es un acontecimiento de la vida, que como todo cambio, implica una parte de estrés, de tensión, al que se denomina duelo migratorio. Es así como se pueden indicar algunos duelos existentes en los migrantes, los cuales se convierten en causas de estrés, propias de la migración, dentro de las cuales destacan la lejanía de los seres queridos, la cultura, el amor por su tierra, el estatus social y en muchos casos, el idioma.

Como parte de este síndrome, se pueden desencadenar parcial, o totalmente, la aparición de sentimientos y emociones, como la separación, desesperanza, frustración, incapacidad, error, fracaso, si las expectativas, beneficios y oportunidades que se tenían pensadas no se cumplen, pasando a una lucha por sobrevivir, en caso de carencia de alimentación y/o alojamiento, de la mano de pensamientos negativos, miedo, indefensión y ausencia de derechos.

Hay que indicar además, que el factor de la temporalidad juega un papel importante en este sindrome, ya que al experimentar estas vivencias de manera prolongada afectará a la personalidad, a su equilibrio emocional, y dará lugar al desarrollo de sintomatología depresiva, ansiedad, fatiga, cefaleas, dolores musculares, cardiovasculares, afecciones en la piel, entre otros. El contacto frecuente con estímulos de estrés desencadena agitación extrema, estados de confusión, déficit de atención, de memoria, pensamiento desorganizado, desorientación, aparición de alucinaciones paranoicas, etc.

Los antidepresivos y ansiolíticos son a veces imprescindibles para tratar a las personas con este síndrome , pero algunos especialistas prefieren optar por las terapias psicosociales que ayuden al enfermo a reorganizar su vida relacional y social. Es por ello que para valorar adecuadamente y prestar la atención correcta es importante conocer la historia de la persona, y contemplar que se encuentra a mitad de camino entre un problema de salud mental y de psicopatología.

En la actualidad millones de venezolanos han migrado a otras naciones con la finalidad de buscar alternativas para paliar la crisis económica que enfrenta en el país, buscando un mejor futuro para ellos y sus familiares; por lo que muchas veces suelen entrar en síntomas característicos de este síndrome, pero debido a la desinformación, no saben como tratarlo.

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