La naturaleza además de sabia es realmente hermosa, nos obsequia muchas cosas maravillosas que debemos valorar y cuidar. Es por ello, que exhorto a la consciencia, preservación y cuidado de nuestro medio ambiente, hay que tomar medidas para sanar nuestro ecosistema, sembrando más árboles y depositando la basura en los lugares adecuados. En pocas palabras, evitar la contaminación.

Una de las sesiones de fotografías que me atrapan a parte de las flores, son las mariposas. Esos bellos insectos que pasan por un proceso único de transformación, llegan para darle magia y color a nuestra sabia naturaleza y también a nuestras vidas.

En la mañana antes de salir, me quedé contemplando mi jardín, para ver la evolución de las plantas de flores, pero, una bella visitante retardó mi salida, una linda mariposa de brillante color anaranjado. Por supuesto, no dudé y corrí a buscar mi teléfono. La primera foto que tomé, fue viéndola a ella estática, de manera sigilosa, para que no se me fuera.

Luego, me moví en distintos ángulos para capturar mejor su belleza. Ella, se quedó quieta, casi inmóvil, prefirió posar en los mirasoles amarillos y allí un buen rato se quedó. Sus alas estaban cerradas, lo cual imposibilitada ver el extraordinario diseño de éstas.

Solo me podía conformar con ver el revés de sus aletas, hasta que comenzó a moverlas sin parar. Fue una tarea difícil, porque el movimiento constante impedía una captura nítida de la mariposa. Lo más hermoso que pude contemplar, son los colores que se combinan en la fotografía, el amarillo, el verde y el anaranjado, un contraste único e imperdible.

En pocos segundos, se generó un ambiente lleno de alegría, optimismo y naturaleza en pleno. El color amarillo del mirasol, transmite felicidad y es tan alegre y llamativo como el anaranjado de mi huésped especial. Mientras que el verde, además de simbolizar salud y prosperidad, es quien tiñe al mejor escenario, nuestra amada naturaleza. ¿Te imaginas?, todo eso en un solo lugar, un privilegio que logré atesorar en una sola imagen.

Las mariposas llegan para alegrarnos y predecir los cambios que se aproximan, solo contemplarlas nos genera paz. Además del gran papel que posee en la naturaleza, cuentan con un valor muy positivo en la economía. Un dato bastante curioso, es que algunos tipos de estos coloridos insectos, desarrollan y emanan algunas sustancias químicas para atraer al sexo opuesto, e incluso, para defenderse de los depredadores. Sin embargo, en estas sustancias químicas se han descubierto antibióticos muy potentes que se comercializan en España y parte de Europa, gracias a la especie “Maniola jurtina” .

En el turismo, representan un gran valor, son muchas las personas que viajan para observar imponentes aglomeraciones de estos increíbles insectos, tal como sucede con la migración de la mariposa monarca en México. Otras atracciones de este tipo, las podemos encontrar en el Valle de las Mariposas de Rhodas, una hermosa isla donde viven las Euplagia quadripunctaria, una especie de mariposa de colores muy brillantes. En Taiwán, es posible contemplar este espectáculo con las concentraciones de la “danaidos del género Euploea”, una de las especies de mariposas más grandes y de variados colores.