Hoy les comparto una receta que me dijo mamá que hiciera y en verdad, es una delicia. No pensé que si sabor y cremosidad me gustarán tanto como para compartir con ustedes.

Antes de ir a mi práctica de fútbol ya había colocado a remojar unas arvejas amarillas enteras. Después de mi práctica llegué preparando lo que sería mi cena potencialmente sabrosa y nutritiva: una crema de arvejas amarillas enteras acompañado con bollos y queso.

Las arvejas amarillas ya blandas y aliñadas con ajo, culantro y con un toque de sal y pimienta negra molida al gusto. Mis bollos pelones casi listos. Una vez que las arvejas están listas pasamos a volverlas crema en la licuadora.