La tristeza me ha visitado esta semana pero no vino sola se trajo un invitado la soledad, entre ellas dos me daban consejos de los recientes recuerdos, descubriendo el dolor que quiero olvidar.

Desangrando mi alma me acompaña la soledad pregúntame por los amigos que solían estar y en silencio me siento a esperar.

Han llegado más invitados el pasado y la frustración cada uno revive en mí el terror de la derrota llevando mi mente al encierro de la deshonra, inmovilizando mis sentidos para darle razón a mi falso destino.

Mis enemigos de la vida siempre me aconsejan cuando los sueños están rotos para hundirme más en el lodo. Y me susurran al oído: que no puedo, para que lo hago, nada tiene sentido si siempre termino derrotado y frustrado; son las palabras sabias que dan los enemigos de mi camino.

Pero por más derrotas o por más caídas la esperanza se mantiene con vida por eso intentarlo una vez más me da la capacidad de volver a soñar.