Deja tus sueños soñar. Capitulo 4 #sv-escritura Lunes 26/02/24

in Steem Venezuela5 months ago (edited)
Tapame la cara con tus palabras, convierte en imparable tus besos al amanecer, arropa mis miedos con tu cariño para no sentirlos, haz el amor con mis dedos en tu corazón y arranca de mi ser los recuerdos, pero no me dejes olvidarte. Cada ves que abro la caja del tiempo pienso en ti, pienso en ese día, esa tarde, esa noche, el árbol, el viento, las promesas, las palabras, tus manos que acarician mi rostro diciendo: eres invencible.

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Imagen editada en canva

Capitulo 4

Aquellos ojos color miel

Cuando la felicidad se apodera de ti, el tiempo y el espacio no funcionan de forma convencional, todo parece transcurrir más lento y el mundo parece más amigable, te sientes más fuerte, más vitalizado, lleno de energía, nada te preocupa. Por eso quizá algunos dejan de comer, otros parecen hipnotizados por la emoción, nos volvemos un poco irresponsables, ligeros y risueños. ¡Todo muy atípico, pero disfrutable!

Han pasado dos semanas desde aquella primera noche fortuita e improvisada, donde Ricardo y yo nos quedarnos en la habitacion de la única posada que hay en el pueblo, pensé por un instante en mi interior, jamás volveré a vivir algo así. Pero al conocer su corazón, cada detalle, cada risa, el tiempo juntos que parece a ver transcurrido en una eternidad, comencé a verlo diferente, ya no era el niño caprichoso de mamá, sino el hombre que estaba allí para mi, cada ves que lo necesitaba, sin salir de mi mente. Los detalles secretos, las flores que me daba por casualidad y destino, los halagos escondidos, despertaron en mi un morbo extraño, un gusto por sus palabras susurradas en mi oído aún cuando Alejandra estaba cerca. Hoy al verlo caminando en mi habitación, recorriendo mis intimidades, me pregunto ¿cómo paso todo esto?

Hemos echo mal en mantener el secreto, pero nada de esto fue planeado, ese primer día, mi corazón latía con mucha fuerza al pensar que este hombre dormia a mi lado, pero no por la pasión que ahora siento, sino por miedo de él, de lo que me podía llegar a hacer. Ahora estoy enfrentada a una realidad: ¡hemos traicionado a Alejandra! Y eso no me deja descansar, esa pobre niña ha sufrido mucho, ella no se merece esta traición.

Aquel día salimos de la posada como dos extraños, nos encontramos en la casa una ves más y la mirada de Ricardo me generaba timidez, todos se preguntaron donde estuvinos, todos quería saber si estuvimos bien durante la tormenta, llegamos en horas del medio día y la señora Teresa llego luego del almuerzo a saludarme, para saber como iba la remodelación, teníamos poco tiempo de retraso por la tormenta, pero pudimos recuperar el ritmo con el pasar de los días. Ella estaba muy feliz, conversó con Alejandra y me dejó muy claro que debía decorar bajo sus instrucciones. Fue la primera ves que supe que Ricardo estaba comprometido y no tenía porque molestarme, pero me molesto mucho, solo habíamos compartido una historia sin sentido sobre el sol y la luna ¿porque me sentía así? Yo me sonreí y felicite a la pareja, pero Ricardo no tenía buena cara, mientras que Alejandra estaba rebosando de felicidad. ¡Pero yo no tenía nada que ver, no era mi problema! Me ofrecí para lavar los trastes y Alejandra intento impedirlo, pero le dije: usted pronto será la señora, no debería dejar su lugar en la mesa, para lavar trastes, eso es trabajo de los criados y yo hoy te quiero ayudar.

Incomoda, ella acepto, se quedo platicando con la señora Teresa, super encantada con los planes de remodelación, pero yo me sentía extraña. Mi sorpresa es que poco tiempo después de comenzar a lavar los trastes apareció Ricardo. Me dijo:

¡No sabía que las diseñadoras, también hicieran trabajo del hogar!

Yo soy muy independiente, estudie para diseñar y decorar, pero soy más que eso. Le conté que de niña había caído de un caballo y eso me genero un trauma, pero antes de eso, amaba estar con los caballos y montar por horas junto a mi papá. A él le brillaban los ojos mientras me escuchaba y eso me ponía nerviosa, asi que preferí no verlo y me enfoque en los trastes. De repente me sugirió que podíamos ir a cabargar algún día, pero yo respondí con una media sonrisa, no quería verle, sentía que podía estar un poco sonrojada por su cercanía y por su voz susurrada. El día paso rápido, mi equipo de trabajo llegaría el día seguiente, así que termine de probar algunas cosas y me retire a mi habitación.

No podía sacarme a Ricardo de la mente, su boca hablándome cerca, su mirada penetrante, eran ideas mías o me estaba coqueteando. ¿Que me pasa? Deben ser ideas mías, yo decidí que estaba imaginando todo. El otro día mientras descargaba equipo de trabajo junto a mis compañeros de la empresa, parte del equipo que la compañia envió para terminar cuanto antes la remodelacion, pude percatarme como me observaba a la distancia. Yo estaba con un buen amigo retirando unas tablas y llego de sorpresa, como esperando sorprendernos. Dijo en tono de celos:

¿interrumpo?

Yo hice caras de incomodidad y dije: no hay nada que interrumpir, más que el trabajo.
El miraba a José mi compañero, con cara de mucho celo. ¡No podía entender! Cuando salio de allí, le pregunté a José ¿sentiste lo mismo que yo? Y José solo sonrió y acento con la cabeza con picardia.

Casi al final del día hice una pequeña reunión de estrategia con el equipo y planeamos una salida al pueblo, nos quedaríamos una noche fuera para conocer y relajarnos un poco. Ricardo estuvo en la reunión y exigió ir, dando la excusa de que teniamos que ir con un guía conocedor de la zona. Todos estuvieron de acuerdo y su sonrisa mientras me miraba con picardia, me hacía sentir incomoda, pero era una forma de coqueteo qué me gustaba.

Ya en el bar, estuve un rato con José hablando del proyecto y cuando me percate de la expresión de Ricardo me dio risa. Estaba super incomodo y no dejaba de verme. José se percató y me dijo: por hoy, abandono la competencia, llamame si tienes algún problema se levanto y no tardó Ricardo en ubicarse cerca de mi para terminar sentado cerca. Compartimos un par de copas, nos reímos, jugamos en grupo. Pero él solo me veía y yo a él. Fui al baño y al regresar estaba afuera del baño esperándome, dijo:

¡Regalame 5 minutos afuera!

Fuimos a la plaza, caminamos un poco, no decía nada, solo me veía con mucha ternura. Yo rompí el hielo, pues no sabía que esperar de todo ello.

¿Porque estamos aquí Ricardo?
¿Porque me miras así?

El se sonrojo y me dijo: ¿José es? a lo que yo respondí: mi mejor amigo gay

El se empezó a reír a carcajadas y a decir: ¡soy un estupido, un estúpido!
Le dije: tu estas comprometido con Alejandra y al mismo tiempo celando a una completa desconocida, ¡eres un descarado!

¡Desconocida no, porque ya dormimos juntos!

Y mi cara se sonrrojo y con una mirada penetrante le dije: pero no revueltos

¿Que quieres? Pregunte.

Siempre he estado allí para Alejandra, nunca había conocido esa capacidad que tenía para cuidar de alguien, pero tu generas en mi algo que no conocía, no puedo dejar e verte, no puedo dejar de pensarte, no puedo dejar de hablarte. Eres como una yegua que nunca he montado, no puedo dejar de estar con ella. Hasta que por fin...

Espera ¿Me acabas de llamar Yegua?
Mejor me retiro.

Ricardo rápidamente tomo mi brazo y me puso muy cerca de él, su boca casi rosaba mi boca y me dijo: perdoname soy un torpe para esto pero nose porque no puedo dejarte ir. Llamas toda mi atención y me pones muy nervioso. No sabía que responder, Alejandra había desaparecido de mis pensamientos y solo podía ver a Ricardo, su cuerpo cerca de mi, su olor, sus labios. Me solté de sus brazos y camine hacia el bar tratando de huir de la tentación, esto es solo un trabajo ¡no debo involucrar mis sentimientos!

Al entrar estaban todos haciendo karaoke y trate de involucrarme para olvidar lo que había pasado, Ricardo entro más tarde, solo me observaba, hasta que preguntaron quien más quería cantar y se ofreció. Yo quería morirme sabía lo que iba a hacer. Por supuesto, eligió una canción de amor y con una voz muy tierna y melodiosa la canto, siempre mirándome y acentuando que pensaba en mi.

Todos mis amigos y compañeros lo notaron pero son muy prudentes, no dijeron gran cosa, solo José me veía y levantaba las cejas en señal de picardia. Yo supongo que estaba roja como tomate. Pensé ¿Cuando pasamos de hablar de la luna y el sol, a dedicar canciones?

El término bajo una lluvia de aplausos y gritos que duró hasta que paso el siguiente y yo salí de nuevo al parque, tratando de huir, tratando de ignorar, pero la pasión me alcanzo. Ricardo no solo vino frente a mi, sino que se quedo quieto mirándome. El no decía nada, yo no decía nada. Solo tenía esos ojos penetrantes mirándome intensamente, como si el mundo mañana no existiera, como si todo el universo conspirara para que esa mirada fuese para mi, la más tierna.

Su mirada dejo de intimidarme, ahora generaba valentía, pasión, morbo y ternura, no sabía que hacer, sabía que otros nos miraban, otros que quizá conocían a Ricardo mejor que yo, otros que quizá conocían a Alejandra, pero no sabía cómo dejar de verlo, no sabía que decirle.

Al principio estaba lejos, pero poco a poco fue acercándose en la banca donde estábamos, deslizandose en espacio de 2 o 3 centímetros por cada 3 minutos aproximadamente. Lento pero intenso, tenía una forma de ver todas las partes de mi, que me quebrantada por dentro y me armaba de nuevo. Había un árbol grande que estaba tras de mi y por un momento al sonar un fuerte viento pude salir de su embrujo para mirar las hojas sacudirse con la fuerte brisa, hasta que sentí sus manos suaves qué devolvieron mi rostro a sus ojos que me atraparon como una mariposa en una red, como una hormiga en las manos de un bebé inocente.

Quede atrapada por un tiempo más, hasta que cuando intente hablar o escapar ya era muy tarde, estaba muy cerca y dijo: besame
Juro que mi mente decía no, pero mi rostro no me obedecía y allí comenzó todo, mis labios quedaron atrapados tras la ternura de Ricardo, mis manos atadas a su cuello, mi ojos anclados en su cuerpo y mi mente solo podía recordar aquellos ojos color miel, qué traspasaron mi mente y corazón para no dejarlo escapar.

Pero los sueños no siempre son tan felices como cuando inician, a veces hay maldad escondida entre las sombras, aquella noche nuestras mentes no podían pensar nada más que en la pasión del momento y en la ternura del amor que estaba naciendo. Aunque detras de aquellos árboles estaba Annabel y ahora ella sabía aún más que nosotros, pues aún no habíamos visto, las profundidades de la maldad, aunque pronto ella nos mostraría qué las casualidades no existen.

Las lágrimas podrían amenazar en regresar pero nunca opacaran la belleza de aquel momento, la sonrisa de aquel beso y las lágrimas de aquellos ojos enamorados del amor.

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Hace 1 mes que empece esta historia que cada semana me sorprende y estoy feliz de escribirla, quiero agradecer a @tocho2 por motivarme a unirme a esta dinámica y también a @adeljose por el apoyo, instrucciones y correcciones. Espero la estén disfrutando tanto como yo. Feliz inicio de semana.

Sigueme @soyronald

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